En la IV Cumbre Celac-UE, celebrada en Santa Marta, Colombia, un gesto simbólico marcó el encuentro entre mandatarios y comunidades: una comitiva indígena wiwa y arhuaca entregó mochilas tejidas a Luiz Inácio Lula da Silva, al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, al presidente de Colombia, Gustavo Petro, a representantes de la Unión Europea y de Uruguay. Las piezas fueron recibidas durante el acto protocolario y, para muchos asistentes, se convirtieron en un recordatorio tangible de la riqueza cultural que aportan las comunidades originarias a las discusiones sobre desarrollo sostenible y protección ambiental. Tras el protocolo, los mandatarios se trasladaron al Centro de convenciones Pozos Colorados para la agenda privada posterior, donde continuarán las reuniones.
Las mochilas, tejidas por artesanas wiwa y arhuacas de la Sierra Nevada de Santa Marta, se elaboran con fibras naturales como lana de oveja, algodón, alpaca y fique. El tiempo de trabajo de una mochila, según una tejedora, es de tres meses. Sus diseños, que evocan aves, hojas de la Sierra, rayos, el mar y el camino de la tortuga, encarnan elementos de la naturaleza y un significado espiritual que acompaña la vida de estas comunidades. En ambas culturas, el tejido representa una tradición que se transmite de generación en generación y que refleja la conexión profunda con la Madre Tierra. En el marco de la conversación sobre protección ambiental y sostenibilidad, la entrega de estas piezas buscó subrayar la presencia y el valor de estas culturas originarias en la agenda regional, así como su vínculo con las prácticas de comercio sostenible que se discuten en la cumbre.
La artesanía wiwa y arhuaca, en la agenda de la cumbre
En la Sierra Nevada de Santa Marta, las mochilas son símbolo tradicional de las comunidades que habitan la región. Las tejedoras emplean fibras naturales como fique y algodón, mientras que las arhuacas incorporan la lana; los patrones cuentan historias del territorio y cada diseño refleja la cosmovisión de la comunidad. Para las arhuacas, la confección de una mochila pasa por un proceso espiritual que expresa el vínculo con la Madre Tierra, mientras que las mujeres wiwa destacan la memoria comunitaria y los lazos con la naturaleza en cada puntada. Tras el acto, Petro, junto a representantes de la UE y de Uruguay, hizo un llamado a fortalecer la unidad regional para garantizar comercio justo y una transición verde, digital y social, mientras que más de 40 países iniciarán su agenda privada en Pozos Colorados; en la tarde se esperan declaraciones públicas de Brasil, México, Argentina y Chile para cerrar una jornada que combina diplomacia, cultura y desarrollo sostenible.
«Las hicimos con buenas intenciones, con pensamiento de amor y conexión con la nieve, el río y el mar» – María Luisa Mojica
«Ha sido un esfuerzo largo, pero es nuestra forma de mostrar el territorio y compartir nuestra cultura con el mundo» – Sandra Heredia
Las mochilas siguen siendo un símbolo tradicional de las comunidades que viven en la Sierra Nevada de Santa Marta, y su entrega durante la cumbre, así como su uso por parte de algunos mandatarios en el acto protocolario, encuadra una narrativa de preservación cultural y economía sostenible. El diseño y la confección integran significados espirituales y culturales de las comunidades wiwa y arhuaca, que continúan transmitiendo su conocimiento y sus mensajes a las nuevas generaciones a través de cada puntada y cada motivo que decora estas piezas.

















