Para Manizales, que hace once años no realiza un torneo internacional de estas características, es una oportunidad para mostrarle a Sudamérica —y al mundo— su hospitalidad, su pasión y su tradición deportiva
El técnico Carlos Paniagua y la arquera Isabella Tejada, entregaron las últimas declaraciones antes de emprender el viaje este lunes a esta capital, donde debutarán frente a Argentina en el estadio Palogrande
Por SAMUEL SALAZAR NIETO
La cuenta regresiva se agota. Este miércoles en Manizales, la Selección Colombia Femenina Sub-17 debutará en el Campeonato Suramericano frente a Argentina, en el inicio de un camino que no solo busca el título, sino también la clasificación al Mundial de la categoría.
El evento se prolongará hasta el 30 de mayo y la ciudad podrá disfrutar tres partidos de la Selección Nacional, que en esta categoría es la que más triunfos le ha dado al país, pues lleva tres torneos suramericanos de manera consecutiva, dos mundiales, en uno de los cuales quedó subcampeón (La India, 2022) y un torneo categoría sub 18 disputado este año en Estambul, Turquia, en el que las integrantes de este grupo de jugadoras que llega el lunes próximo a Manizales, quedaron en el primer lugar, después de imponerse a selecciones de Auropa, Africa, Asia y Oceanía.
Los aficionados del la ciudad que aun no han conseguido su entrada para ver a la Selección Colombia, lo pueden hacer a través del la Plataforma de Tu Boleta

Al frente del equipo está Carlos Paniagua, un técnico que combina serenidad y exigencia, y en el arco, una líder joven: Isabela Tejada, natural de Pereira, símbolo del temple con que este grupo se ha preparado para la cita continental.Un rodaje internacional que fortaleció al equipo
Colombia llega al Suramericano fortalecida por su reciente participación en el Torneo de la UEFA Sub-18 en Turquía, una competencia que, como lo describió el técnico Paniagua, fue «un mini mundial» en el que se enfrentaron a selecciones europeas, africanas y asiáticas. Allí, en condiciones climáticas extremas —partidos a temperaturas de hasta dos grados centígrados—, las jugadoras no solo resistieron, sino que se proclamaron campeonas.
«Este título en Europa nos cayó muy bien. Nos dio confianza, temple, y sirvió para medirnos a un nivel muy alto antes del reto en Sudamérica», señaló el entrenador.
Una preparación diseñada al detalle
La preparación ha sido rigurosa. Con cinco microciclos realizados desde enero y trabajo intenso en Bogotá, Colombia ha buscado llegar en su mejor forma física, táctica y emocional. Paniagua reconoció que uno de los grandes retos fue elevar el nivel físico de las jugadoras, dado que llegaron con «vacíos muy grandes» en este aspecto. Pero la respuesta, subrayó, fue muy positiva: «En Turquía vimos cómo el equipo compitió a gran intensidad, resistiendo temperaturas extremas, y eso nos llena de optimismo».

El cuerpo técnico ha trabajado además en adaptarse a las condiciones climáticas variables que encontrarán en el torneo, entre la altura de Manizales y los escenarios a nivel del mar en el Valle del Cauca.
Isabela Tejada: sin presión, con determinación
Desde la interna, el mensaje es claro: no hay presión, sino responsabilidad y confianza. La arquera Isabela Tejada, líder del equipo, lo explicó con firmeza: «No estamos improvisando nada. Hemos trabajado para este momento desde hace mucho. Vamos a salir a jugar con el corazón y a representar a Colombia de la mejor manera».
Tejada también resaltó la importancia del trabajo mental: junto al psicólogo Rafael Roldán, el grupo ha reforzado su enfoque en el manejo de las emociones, sabiendo que jugar en casa puede ser un impulso si se canaliza bien.
Paso a paso: el primer objetivo es Argentina

Aunque el objetivo final es el título, el discurso tanto del técnico como de las jugadoras es prudente: «Lo más importante es el primer partido, Argentina», insistieron ambos. Paniagua destacó que conoce bien al entrenador rival y que su equipo será ordenado, aguerrido y rápido. «Respetamos mucho a Argentina, que viene creciendo, pero confiamos en nuestras fortalezas», apuntó.
Colombia parte de su identidad basada en el orden defensivo, transiciones rápidas y la explosividad en las bandas. «Sabemos aprovechar la velocidad y la practicidad cuando tenemos la pelota», dijo el estratega.
Una generación que quiere hacer historia en casa
Este Suramericano representa una oportunidad única: Colombia será anfitriona, como ya lo fue en grandes eventos recientes como la Copa América Femenina, la Copa Libertadores y el Mundial Sub-20. Ahora, la Sub-17 quiere aprovechar el apoyo de la gente.

«Un minuto en selección vale oro», expresó Tejada, quien hizo un llamado a que los colombianos acompañen al equipo en Manizales, Palmira y Cali. «Sabemos que tenemos un patriotismo muy grande, y queremos darle alegrías a todo el país», concluyó.
Colombia sabe que es candidata —por historia, por fútbol y por ser local—, pero también sabe que el camino empieza partido a partido. El primer capítulo se escribe este miércoles frente a Argentina, con la ilusión intacta y el compromiso innegociable.