En un fallo que conmueve a la región, Marco Antonio Parra Rodríguez fue condenado a 43 años y 9 meses de prisión por feminicidio agravado en Chocontá, Cundinamarca, por la muerte de la adolescente Emily Dayana Villalba, de apenas 15 años. La sentencia, cuyas fechas exactas de emitirse no se especifican en el expediente público, llega después de una investigación que vinculó al presunto responsable como la última persona en contacto con la menor y que encontró evidencias contundentes en su contra.
La desaparición de la joven fue reportada la noche del 12 de marzo de 2025 y la captura de Parra Rodríguez se efectuó el 15 de marzo, en la zona rural de Facatativá, tras meses de trabajo coordinado entre la Sijín de Cundinamarca y la Fiscalía General de la Nación. El cuerpo de Emily fue localizado en una zona boscosa de la vereda Pueblo Alto Viejo, lo que confirmó la hipótesis de un feminicidio. El proceso se apoyó en pruebas de ADN, grabaciones de cámaras de seguridad y en la incautación de objetos personales vinculados al acusado.
Detalles de la investigación y la condena
Entre los elementos aportados por las autoridades se cuenta la recopilación de evidencias por parte de la Unidad Especializada de Investigación de la Fiscalía, que señaló que Parra Rodríguez fue la última persona que tuvo contacto con la menor. En la diligencia de la escena y en las evidencias recogidas, una prenda, un bolso y un teléfono celular fueron incautados y quedaron asociados al acusado, reforzando la lectura de los hechos. La condena, basada en el criterio de feminicidio agravado, subraya la gravedad del caso y la necesidad de una respuesta contundente ante este tipo de delitos.
«la menor presentaba “laceraciones y hematomas en el cuello”» – Coronel Andrés Serna, comandante del Departamento de Policía de Cundinamarca
El contexto del hecho muestra que Emily Villalba fue hallada en una zona boscosa de la vereda Pueblo Alto Viejo, en una investigación que también dejó claro el apoyo de las autoridades para la familia de la víctima y el rechazo de la comunidad ante este crimen. El reporte oficial señala que los esfuerzos de la Policía y la Fiscalía permitieron desentrañar la verdad y castigar al responsable, en un caso que mantiene a la opinión pública atenta a las medidas de protección a menores y a la vigilancia de conductas violentas.
Las autoridades destacan que, además de la sentencia, se confirmó la incautación de una prenda, un bolso y un teléfono celular vinculados al acusado, junto con el seguimiento a la última persona en contacto con la víctima y las pruebas de ADN y CCTV que sustentaron la investigación. El impacto de la condena se siente en la región, donde se ha expresado un amplio rechazo a este tipo de violencia y se ha intensificado el acompañamiento a la familia de Emily Villalba.
















