En un caso que ilustra las graves consecuencias de la intolerancia cotidiana, Yessica Katherine Barrera fue condenada a ocho años y tres meses de prisión por el delito de homicidio agravado en grado de tentativa. El ataque ocurrió el 17 de mayo de 2025 en la calle del barrio García Rovira, en Bucaramanga, donde la agresora apuñaló a un hombre de 30 años tras negársele una moneda, según determinó un juez de conocimiento con base en las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional.
El incidente se desencadenó cuando la víctima rechazó entregarle una moneda a Barrera, quien inmediatamente sacó un arma cortopunzante y lo hirió de gravedad. Las lesiones infligidas pusieron en riesgo la vida del hombre, pero la intervención oportuna de vecinos y la atención médica inmediata lograron salvarlo. Minutos después del hecho, la Policía Nacional capturó a la agresora en flagrancia, lo que facilitó la rápida recolección de evidencias.
Captura en flagrancia y preacuerdo con la Fiscalía
Durante el proceso judicial, Yessica Katherine Barrera admitió su responsabilidad mediante un preacuerdo con la Fiscalía General de la Nación. La investigación se sustentó en pruebas policiales y fiscales que demostraron la gravedad del ataque. El juez verificó los elementos del delito tras la admisión de culpabilidad, confirmando que las acciones de la condenada configuraban homicidio agravado en tentativa. La sentencia, dictada el 24 de noviembre de 2025, establece que la pena se cumplirá en un centro carcelario, cerrando así un capítulo de violencia impulsada por un roce mínimo en las calles de Bucaramanga.

















