Un conductor identificado como Mauricio Cendales Parra atropelló a varios motociclistas, entre ellos dos policías, en Kennedy, Bogotá, y luego huyó. Según testigos, fue linchado hasta la muerte por un grupo de motociclistas que interceptó la camioneta entre Castilla y Tintal la noche del 11 de noviembre. La camioneta quedó destruida y la investigación avanza para identificar a los implicados y esclarecer las circunstancias del hecho.
El episodio ocurrió sin la presencia de autoridades y desató una persecución improvisada que terminó con la interceptación de la camioneta, la retirada del conductor y una agresión que dejó su muerte. La Fiscalía General de la Nación evalúa la tipificación penal de los hechos, pues aún no está claro si existió intención de matar. Entre las posibles figuras se analizan homicidio simple, homicidio agravado o preterintencional, en función de la eventual aplicación del artículo 105 del Código Penal; la pena prevista para el homicidio preterintencional oscila entre 138,6 y 225 meses de prisión, es decir, aproximadamente entre 11 y 18 años.
Debate jurídico sobre la tipificación en contextos de linchamientos
Ante el antecedente de que la muerte de Cendales Parra fue confirmada y que la persecución ocurrió sin intervención de autoridades, la Fiscalía indaga la responsabilidad individual de cada participante y qué figuras penales serían aplicables. No hay aún consenso sobre la existencia de dolo directo para matar, lo que abre la puerta al análisis de la preterintencional frente a otras hipótesis. En esa dirección, abogados consultados señalan que podría cuestionarse si la acción de causar daño adoptó una finalidad menor que terminó en un resultado letal, o si hubo un ánimo de homicidio más directo.
«En la preterintencional el agente solo quiere causar una lesión o daño menor, pero su acción termina produciendo un resultado más grave de lo que buscaba» – Juan José Rendón Giraldo, abogado
«Esta lectura se apoya en el elemento subjetivo del tipo penal, pues el dolo directo de matar no parece probado a partir de los hechos conocidos públicamente, mientras que sí puede acreditarse la intención de causar daño o lesión corporal» – Paola Echavarría, abogada
En resumen, la Fiscalía deberá delimitar la responsabilidad individual de cada participante y determinar si la muerte de Mauricio Cendales Parra se adecúa a homicidio preterintencional, doloso o a otra figura penal. También se investigan aspectos prácticos, como si el conductor estaba bajo efectos del licor y si la persecución se produjo sin la intervención de autoridades, elementos que podrían influir en la calificación jurídica y en las eventuales sanciones. El caso pone sobre la mesa un debate jurídico relevante sobre el alcance de la responsabilidad en contextos de linchamiento y la aplicación de la figura penal correspondiente.

















