En medio de la conversación que se dio entre César Gaviria y Álvaro Uribe para avanzar una coalición de cara a las elecciones presidenciales de 2026, el congresista Carlos Felipe Quintero Ovalle, representante a la Cámara por el Partido Liberal, lanzó una denuncia contundente: acusa que su partido funciona como una monarquía y que la bancada viene siendo excluida de las decisiones, una crítica que llega rodeada de la versión de que el liderazgo liberal está en disputa interna.
Quintero Ovalle no solo llamó la atención por las palabras duras, sino también por el modo en que articuló su reclamo en declaraciones públicas y entrevistas: afirmó que la democracia interna del Liberal está erosionada y que la dirección no convoca a la bancada desde hace más de dos años. Además, señaló que Simón Gaviria, hijo del expresidente César Gaviria, estaría definiendo el rumbo del partido y otorgando avales sin ostentar un cargo formal de liderazgo, lo que añade tensión a una crisis que se origina en la consulta de avales y en la concentración de poder dentro de la dirección.
La dinámica llega en un momento clave del espectro político colombiano, cuando la atención está puesta en la reunión entre Gaviria y Uribe para delinear una coalición de cara a 2026. En esa interacción, Uribe ha planteado la posibilidad de una gran coalición de base democrática, que abarcaría desde Abelardo hasta el doctor Fajardo, mientras que Gaviria y el entorno del Liberal buscan definir el rumbo del bloque opositor al proyecto de Petro. En ese contexto, Quintero Ovalle reiteró su descontento y advirtió que la constancia de posibles avales podría despertar incomodidad entre los directores del partido, señal de que la tensión interna ya se traduce en mensajes públicos y análisis sobre el futuro electoral del Liberal.
Tensión interna y alianza contra el petrismo
La disputa interna dentro del Liberal no es nueva, pero se potenció al albor de una conversación entre figuras históricas del partido y actores relevantes de la política nacional. En el marco de estos desencuentros, Luis Carlos Galán, ex-candidato presidencial por el Liberal, arremetió señalando que la gestión reciente ha generado una deriva reactaria que alejaba al partido de su propia tradición y lo acercaba a un modelo similar al Conservador. Paralelamente, Uribe insistió en la necesidad de avanzar hacia una coalición amplia que permita enfrentar al proyecto de Petro, al tiempo que Quintero Ovalle insistía en que el respaldo y la participación de la militancia deben ser garantizados para construir una propuesta de gobierno que acompañe a la ciudadanía.
«Yo creo que esta constancia va a ser, que no me den el aval del Partido Liberal. Yo creo que esta constancia le va a molestar mucho a los directores del Partido Liberal» — Carlos Felipe Quintero Ovalle, representante a la Cámara
«Yo creo que dos expresidentes pueden unirse y hablar, y hablar de política. Lo que está mal es que nunca nos tiene en cuenta el director del partido para nada» — Carlos Felipe Quintero Ovalle, representante a la Cámara
«increíble» — Carlos Felipe Quintero Ovalle, representante a la Cámara
«El Partido Liberal, por culpa de quienes se apoderaron de su dirección en los últimos años, se convirtió en un partido reaccionario, un partido que le tiene miedo al cambio social. Se convirtió prácticamente en otra versión del Partido Conservador» — Luis Carlos Galán, ex-candidato a la Presidencia del Partido Liberal
«Nosotros queremos construir, colaborar en la construcción de una gran coalición de base democrática, incluyendo, desde Abelardo hasta el doctor Fajardo» — Álvaro Uribe Vélez
«Ya el pueblo se cansó, señores, y eso se va a demostrar en las urnas» — Carlos Felipe Quintero Ovalle
El contexto necesario señala que, pese a la crítica interna al liderazgo por supuesta concentración de poder y la supuesta influencia de Simón Gaviria en las decisiones y en la concesión de avales, este episodio se produce justo cuando Gaviria y Uribe buscan consolidar una alianza para enfrentar el escenario electoral de 2026. El impacto potencial podría incluir un descontento en las bases y un efecto práctico en la cohesión del Liberal de cara a las próximas elecciones, además de señalar audaces intentos de coordinación entre algunos exmandatarios para enfrentar el proyecto de Petro y abrir paso a una coalición que, según los protagonistas, represente una base democrática amplia.
















