Conmemoran 40 años de la toma del Palacio de Justicia con concierto-ritual en Bogotá

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Este sábado 8 de noviembre, a las 4:00 p.m., la conmemoración de los cuarenta años de la toma del Palacio de Justicia en Bogotá encuentra su versión artística en el Auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional de Colombia. La cobertura de La Veintitrés Manizales desde Bogotá señala que la Dirección de Patrimonio Cultural de la UNAL, con la curaduría de María Belén Sáez de Ibarra, presenta Presencias – Justicia y Silencio, un concierto-ritual que además alza un altar de muertos y contará con la participación de la pianista Manuela Osorno Chávez y del Cuarteto Q-Arte. La entrada será libre y el público podrá traer la fotografía de un ser querido desaparecido o fallecido para sumarla al altar, en una ceremonia que busca convertir la memoria en experiencia compartida.

Este acontecimiento cultural, organizado por una institución universitaria con una mirada amplia sobre la memoria histórica, se propone como un espacio de reparación simbólica y restitución espiritual de la memoria colectiva. Además de la experiencia musical, la propuesta incluye danza y el ritual del altar, con colaboraciones del Conservatorio de Música de la Universidad Nacional, la Fundación Carlos H. Urán y Teatro Danza Pies del Sol, con el fin de generar un encuentro público que resignifique el duelo y convoque a la ciudadanía a involucrarse en la memoria de las víctimas.

Presencias – Justicia y Silencio: memoria en clave musical

La programación completa de la jornada se articula en dos partes. En la primera, Manuela Osorno Chávez ofrece un recital de piano que sumará 42 minutos en total, distribuidos en piezas de 7, 9, 11 y 15 minutos cada una: Ritos, Momentum y Mística, todas de Tania León, seguidas de Transiciones, de Jacqueline Nova, con duraciones de 7, 9, 11 y 15 minutos, respectivamente. En la segunda parte toma forma el Altar de Muertos, obra de Gabriela Ortiz creada entre 1996 y 1997, que se desplegará durante 38 minutos con la interpretación del Cuarteto Q-Arte, integrado por Juan Sebastián León, Liz Ángela García, Sandra Arango y Diego García. El acompañamiento coreográfico está a cargo de 30 bailarines de Teatro Danza Pies del Sol, cuya vestimenta ceremonial y penachos se inspiran en tradiciones mesoamericanas para enriquecer el ritual.

El altar que acompaña este segmento está compuesto por elementos cargados de significado: velas blancas, pétalos, retratos, mariposas negras, papeles judiciales intervenidos y un diamante dorado vacío, un conjunto que dialoga con las imágenes y los documentos que aún nombran, desde el silencio, a las víctimas y la justicia pendiente. Todo ello se enmarca en una programación que busca establecer un cruce entre memoria, arte y justicia, y que invita a la audiencia a acercarse con un gesto de memoria y reconocimiento.

Entre los intérpretes de la segunda parte figuran Cuarteto Q-Arte, con sus miembros nombrados, y la presencia de treinta bailarines de Pies del Sol que, con vestimenta ceremonial y penachos, aportan una coreografía que acompaña el texto musical y eleva el ritual a una experiencia colectiva de memoria y expectativa hacia la reparación.

«Lo que ocurrió en el Palacio de Justicia sigue siendo una narración fragmentada. Las versiones se superponen, se contradicen, se borran. Algunas secuencias han sido reconstruidas, pero la impunidad prevalece. A cuarenta años, aún es necesario nombrar la ausencia, restituir la dignidad y levantar un altar para las víctimas y su memoria» – María Belén Sáez de Ibarra, curadora del ciclo

Este encuentro artístico, que se realiza en un espacio universitario abierto al público, representa un gesto de memoria que busca transformar el dolor en una presencia que dignifique a las víctimas y que promueva un diálogo entre memoria, justicia y arte, con un impacto que trasciende la ciudad y sitúa a Bogotá como escenario de una experiencia cultural de alto valor simbólico.

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