COP30: Personas desplazadas por el clima piden que la adaptación sea prioridad

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En la COP30 de Belém, Brasil, comunidades afectadas por el cambio climático reivindican su derecho a vivir con seguridad, acceder a protección y participar en las decisiones que afectan su futuro.

Las experiencias de desplazamiento climático ocuparon un lugar central en la conferencia, con testimonios provenientes de Haití, Etiopía y otros países donde las inundaciones, las sequías y las tormentas están obligando a millones de personas a abandonar sus hogares cada año. La mayoría permanece dentro de sus propios territorios, aunque igualmente expuesta a desarraigo y vulnerabilidad.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) pidió que la movilidad climática sea un componente clave de los planes de adaptación. Su subdirectora general, Ugochi Daniels, señaló que las comunidades que permanecen en sus territorios deben estar seguras y quienes se desplazan necesitan hacerlo en condiciones de dignidad, y subrayó que este enfoque requiere apoyo financiero y presencia en las políticas nacionales.

El testimonio del haitiano Robert Montinard, quien migró a Brasil tras el terremoto de 2010, marcó el tono de la discusión. Hoy lidera la Asociación Mawon y entregó una propuesta al Gobierno brasileño que incluye la creación de consejos climáticos municipales, la atención al racismo ambiental y la conformación de brigadas comunitarias. En su intervención insistió en que los refugiados deben tener voz en las decisiones sobre adaptación.

Montinard calificó la situación de Haití como una injusticia climática, recordando que los huracanes que afectan a Estados Unidos también golpean a su país, pero con consecuencias más duraderas debido a la falta de capacidades para la reconstrucción. Señaló que la desigualdad en la respuesta profundiza el impacto en las comunidades más vulnerables.

Desde Etiopía, Makebib Tadesse expuso cómo la escasez de alimentos y agua está alimentando tensiones y desplazamientos internos. Explicó que, en algunas regiones, los efectos del cambio climático hoy igualan o superan la devastación de conflictos pasados, generando un ciclo continuo de violencia, pérdidas agrícolas y migración forzada.

Ambos forman parte de la delegación del ACNUR, junto a la lideresa indígena venezolana Gardenia Warao, que llamó a reforzar la participación de las comunidades afectadas en la construcción de soluciones. El embajador de Buena Voluntad para América Latina, Alfonso Herrera, destacó que las voces de los refugiados han permanecido silenciadas y necesitan ser escuchadas en los espacios de negociación.

Herrera reconoció la apertura de Brasil hacia las personas refugiadas, en un contexto en el que varios países han fortalecido sus restricciones migratorias. En un escenario de impactos climáticos crecientes, las delegaciones insistieron en que la adaptación no solo busca proteger ecosistemas, sino resguardar vidas, garantizar derechos y evitar que quienes ya enfrentan la crisis queden rezagados.

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