En el marco de la tradicional Novena de Aguinaldos, que inicia el 16 de diciembre y culmina en la medianoche del 25, la Red Cultural del Banco de la República publica el orden de oraciones, consideraciones, gozos y villancicos correspondientes al Día 2, este 17 de diciembre. Esta celebración, arraigada en la Iglesia católica y practicada principalmente en Colombia y Ecuador con excepciones en Venezuela, rememora el anuncio del Arcángel San Gabriel a la Virgen María en Nazaret sobre la Encarnación, preparando el espíritu familiar para la Navidad mediante oraciones diarias y cánticos devocionales.
La novena, de nueve noches que van del 16 al 24 de diciembre, fue creada en el siglo XVIII por el fraile ecuatoriano Fernando de Jesús Larrea, quien a sus 25 años la compuso por encargo de Clemencia de Jesús Caycedo Vélez, fundadora del colegio La Enseñanza en Bogotá. Esta tradición, originaria de la Edad Media en España y Francia, llegó a América con la colonización y se ha convertido en una celebración anual en las familias colombianas, donde cada noche se aborda un episodio distinto del nacimiento de Jesús, incluyendo el cántico emblemático «Dulce Jesús Mío». El Día 2 se centra en la consideración de cómo el Verbo eterno toma naturaleza humana en Nazaret, con el arcángel pidiendo el consentimiento de María.
Elementos devocionales del Día 2
La estructura incluye la oración para todos los días, seguida de la consideración específica del segundo día sobre la Encarnación en Nazaret. Posteriormente, se rezan oraciones dedicadas a la Santísima Virgen María, a San José y al Niño Jesús, esta última mencionando la promesa a Margarita del Santísimo Sacramento. Las repeticiones tradicionales consisten en tres Glorias, tres Avemarías, un Padrenuestro, una Avemaría y un Gloria. Los gozos, compuestos por nueve estrofas con el estribillo «Ven, ven, ven…», abordan temas como la sapiencia divina, el dolor humano, la lumbre de oriente, el Rey de naciones, el rocío celestial, la familia, el auxilio a los débiles, la venida ante los ojos y la patria familiar, todo en una tradición familiar que fortalece la fe y la unión durante diciembre.
Esta práctica devocional no solo evoca el embarazo de la Virgen María y los eventos del nacimiento de Jesús, sino que refuerza el tejido cultural colombiano, invitando a las familias a reunirse nightly en oración y canto para vivir plenamente la preparación navideña.

















