La Defensoría del Pueblo emitió este jueves 27 de noviembre una alerta sobre una grave crisis humanitaria en Briceño, Antioquia, donde cuatro grupos armados ilegales libran una violenta disputa por el control de rutas estratégicas para el tráfico de drogas y armas, así como las rentas provenientes de cultivos ilícitos y minería ilegal. Los involucrados incluyen al emergente grupo Los Cabuyos, formado por una veintena de desertores de los frentes 18 y 36 de las disidencias de las Farc, liderados por los alias Ramiro y Primo Gay; el frente 36 del Bloque Magdalena Medio (Embf); el Clan del Golfo; y las disidencias de las Farc del Estado Mayor Central (EMC) de Iván Mordisco. Esta confrontación se evidencia en patrullajes armados, extorsiones y un férreo control en la cabecera urbana, especialmente en el barrio Divino Niño, donde Los Cabuyos han tomado posiciones y se han apoderado de armas, radios y uniformes de los frentes disidentes.
Los Cabuyos surgieron en 2025 a raíz de una división interna en los frentes 18 y 36, provocada por malos tratos y reclamos económicos entre sus líderes. Nombrados en honor a Ricardo Ayala Orrego, alias Cabuyo, un exguerrillero reclutado cuando era menor de edad, quien coordinó tareas de desminado en Briceño en 2016 y regresó a la clandestinidad en 2018 con el frente 36 —sobreviviendo atentados en 2018 y 2021 antes de su muerte el 10 de junio de 2022, por la que se ofrecía una recompensa superior a los 1.000 millones de pesos—, este grupo emergente ha extendido su influencia a zonas rurales y urbanas. Primo Gay mantiene alineación con alias Calarcá, mientras que Ramiro se acerca a las disidencias de Iván Mordisco; recientemente, el frente 18 desertó del Embf para adherirse al Nuevo EMC de Mordisco. Los Cabuyos buscan una alianza con el grupo de Ramiro contra Primo Gay, aunque esta ha sido retrasada por órdenes directas de Mordisco.
Expansión de la violencia en Antioquia
Esta disputa forma parte de la expansión y fragmentación de grupos armados en Antioquia, donde la competencia por recursos ilícitos amenaza directamente la seguridad de los habitantes de Briceño. Los patrullajes y cobros de extorsiones en áreas urbanas como el barrio Divino Niño han generado un clima de terror, con el potencial de que la violencia escale aún más si no se interviene de manera urgente. La Defensoría del Pueblo subraya la necesidad de acciones inmediatas para proteger a la población civil atrapada en medio de este conflicto multifrente.

















