Javier García Toloza, director general del Centro de Desarrollo Tecnológico de la Esmeralda Colombiana (Cdtec), destacó las propiedades químicas, ópticas y geológicas que hacen de las esmeraldas extraídas de los yacimientos colombianos un producto único en el mundo, diferenciándolas claramente de las provenientes de Zambia o Brasil. Estas gemas se distinguen por su composición química dominada por elementos cromóforos como el cromo, el vanadio y el hierro, que generan un color verde vibrante gracias a una baja concentración de hierro, además de una fluorescencia roja visible bajo lámparas ultravioleta similares a las usadas para verificar billetes.
Durante una entrevista con Infobae Colombia, García Toloza enfatizó que la geología exclusiva de los yacimientos colombianos imprime una firma especial a estas esmeraldas, un contexto de formación que no se replica en ningún otro depósito desarrollado del planeta, lo que las posiciona como un tesoro incomparable con ventajas competitivas sobre competidores internacionales.
“Una de las características más importantes y que permiten hacer a las esmeraldas colombianas tan distinguidas, además de su historia, es el color. El color de la esmeralda se debe al contenido de unos elementos químicos que llamamos cromóforos o colorantes, estos son: cromo, vanadio y hierro. El elemento cromo genera una fluorescencia especial en la esmeralda que podemos percibir al usar una lámpara UV, como las de prueba de billetes, la esmeralda bajo esta lámpara se va a ver roja”.
Javier García Toloza, director general del Cdtec
Geología única y origen histórico
La singularidad geológica de estas esmeraldas se remonta a su formación en un entorno casi único, que les otorga inclusiones fluidas y sólidas características, dicroísmo y un color homogéneo o concentrado en ciertas zonas, criterios esenciales para su reconocimiento auténtico. Este proceso se vincula a una historia milenaria: desde su uso en ofrendas religiosas por los muiscas, quienes las intercambiaban con los muzos, hasta su descubrimiento formal en el siglo XVI por los conquistadores españoles, aunque evidencias apuntan a su valor en el antiguo Egipto, como se aprecia en piezas del Museo del Louvre y el Museo del Oro de Bogotá.
“La geología de las esmeraldas colombianas es muy especial, casi que única, eso ya se convierte en una huella o firma muy especial. Precisamente ese contexto de formación le imprimió las características que la hacen única y podemos hasta ahora hablar de un producto exclusivo, no hay depósitos desarrollados como yacimientos de este tipo en ninguna otra parte del mundo”.
Javier García Toloza, director general del Cdtec
Consejos para identificar y adquirir esmeraldas auténticas
Para quienes deseen verificar la autenticidad de una esmeralda, García Toloza recomienda acudir a un laboratorio gemológico si no se cuenta con experiencia, o evaluar aspectos como la homogeneidad del color, el dicroísmo, las inclusiones y la formalidad del vendedor. En este sentido, subrayó la importancia de recurrir a asociaciones de la Federación Nacional de Esmeraldas de Colombia (Fedesmeraldas), como las de exportadores y comercio local, que garantizan confianza en la adquisición. La leyenda muzo de Fura y Tena añade un misticismo al origen mítico de estas gemas, que hoy conquistan mercados clave en Estados Unidos, Europa, Medio Oriente y Asia, consolidando su posición global gracias al respaldo técnico del Cdtec.
“El primero, si no conoce de esmeraldas, es mejor acudir a un laboratorio gemológico. Si tiene un conocimiento, así sea básico, puede tener en cuenta aspectos como: color, si es homogéneo o está concentrado en algunas partes, si tiene dicroísmo, las inclusiones fluidas y sólidas, entre otros aspectos”.
Javier García Toloza, director general del Cdtec
“También es muy importante la formalidad de la persona que ofrezca las esmeraldas. Entre las asociaciones que conforman la Federación Nacional de Esmeraldas de Colombia (Fedesmeraldas) se encuentran la asociación de exportadores y la de comercio local, que le permitirá tener más confianza con las piedras que desea adquirir”.
Javier García Toloza, director general del Cdtec
Estas explicaciones del Cdtec no solo resaltan el valor intrínseco de las esmeraldas colombianas, sino que invitan a los consumidores a valorar su herencia única, respaldada por instituciones como el Museo del Louvre y el Museo del Oro de Bogotá, posicionando a Colombia como referente indiscutible en la esmeraldología mundial.
