Disfarma G.C. S.A.S. terminó de manera unilateral su contrato de suministro de medicamentos con Nueva EPS, poniendo en riesgo la continuidad de la entrega para aproximadamente 2,4 millones de usuarios en 232 puntos de atención repartidos en 19 departamentos; la decisión fue notificada a la Superintendencia Nacional de Salud y se produce en un contexto de tensiones entre la aseguradora intervenida y los proveedores clave del sistema.
La noticia se inscribe en una crisis mayor de Nueva EPS, que atraviesa una intervención del Gobierno nacional por su precariedad financiera. La deuda con clínicas y hospitales asciende a varios billones de pesos, y entidades como el Hospital de San José y la Clínica Shaio ya han suspendido o terminado contratos debido a atrasos. La Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas señala que Nueva EPS representa el caso más crítico entre las EPS intervenidas, con más de la mitad de la deuda total del sistema, estimada en unos 24 billones de pesos. Entre diciembre de 2024 y junio de 2025, las obligaciones crecieron un 33,7%, al pasar de 5 a 6,69 billones de pesos. En este marco, la Contraloría General encontró irregularidades, como anticipos pendientes de legalizar, ausencia de estados financieros certificados y reiterados incumplimientos en la contratación de servicios de salud.
Disfarma y autoridades buscan evitar un colapso en la entrega de medicamentos ante la crisis de Nueva EPS
En enero de 2025, Colsubsidio y Nueva EPS firmaron un acuerdo temporal para permitir la entrega de medicamentos a 1,6 millones de afiliados en once departamentos; sin embargo, la posibilidad de suspender la entrega seguía “en evaluación” tras una reunión el 7 de noviembre con la agencia interventora. Disfarma afirmó haber agotado todos los canales de diálogo antes de activar el preaviso de terminación, enviando comunicaciones formales el 16 y el 24 de octubre de 2025, sin recibir una respuesta efectiva por parte de la EPS. En el plano regional, la coordinación entre Valle del Cauca y Santander se ha mantenido como eje para intentar una solución mientras las autoridades avanzan en la intervención económica y financiera de Nueva EPS y se buscan mecanismos para evitar caídas abruptas en la prestación de servicios de salud.
«Nuestra prioridad sigue siendo el bienestar y la salud de los colombianos» – Disfarma G.C. S.A.S.
El futuro inmediato depende ahora del cumplimiento de acuerdos de pago y de la acción de las autoridades para evitar una afectación masiva a la población. Se mantiene la vigilancia sobre el flujo de recursos y la continuidad de acceso a medicamentos, con el objetivo de que los pacientes no se vean privados de tratamientos críticos y crónicos mientras se avanza en una solución sostenible en el sistema de salud colombiano.

















