El dólar estadounidense abrió este 25 de noviembre en el mercado bursátil colombiano a 3.800,13 pesos por unidad, registrando un alza del 0,19 por ciento frente a la cotización anterior de 3.793,04 pesos, según el reporte de Dow Jones. Esta negociación promedio tras la apertura refleja una reacción a eventos políticos recientes, en un contexto donde la sesión previa había cerrado con una ligera caída del 0,07 por ciento.
En los últimos siete días, la divisa norteamericana acumula un incremento del 1,06 por ciento, aunque en el año presenta una variación interanual negativa del 7,69 por ciento. La volatilidad semanal se mantiene controlada, por debajo del 10,1 por ciento anualizado, lo que indica estabilidad relativa en el tipo de cambio pese a las presiones externas.
Perspectivas económicas para 2025 según Corficolombia
Corficolombia proyecta un crecimiento del Producto Interno Bruto de Colombia del 2,6 por ciento para 2025, impulsado principalmente por el consumo privado y la inversión. Sin embargo, advierten riesgos significativos como desequilibrios fiscales, problemas energéticos, tensiones sociales, inseguridad, un dólar fuerte influido por políticas en Estados Unidos tras la era Trump y una inflación norteamericana persistente. Hacia finales de 2025, la inflación se ubicaría cerca del 4 por ciento.
El sistema financiero colombiano se muestra resiliente a pesar del aumento en la morosidad y la caída en la rentabilidad, con señales de recuperación ante la tendencia a tasas de interés más bajas. El peso colombiano, controlado por el Banco de la República, cuenta con monedas en circulación de 50, 100, 200, 500 y 1.000 pesos, cuyos diseños aluden a la rica biodiversidad del país, como el oso de anteojos, la guacamaya bandera, la rana de cristal y la tortuga caguama. Las monedas de 500 y 1.000 pesos son bimetálicas para mayor seguridad, recordando que el billete de 1.000 pesos circulado entre 1996 y 2002 era fácilmente falsificable.
Esta dinámica en el mercado cambiario subraya la importancia de monitorear tanto los indicadores locales como los internacionales para anticipar fluctuaciones que impacten la economía cotidiana de los colombianos.

















