El dólar estadounidense cerró la jornada del 11 de diciembre en un promedio de 3.791,72 pesos colombianos, lo que representa una caída del 1,28 por ciento en comparación con el cierre anterior de 3.840,86 pesos, según el reporte de cotizaciones de Dow Jones. Esta segunda sesión consecutiva a la baja responde a reacciones ante eventos políticos en el contexto colombiano, donde la moneda se negocia en promedio en el mercado local.
En los últimos siete días, el dólar acumula una variación negativa del 1,13 por ciento, mientras que en el interanual la depreciación alcanza el 8,88 por ciento. La volatilidad diaria se situó en 9,94 por ciento, con una anual del 10,25 por ciento, reflejando la inestabilidad cambiaria que afecta la economía del país.
Perspectivas para 2025 con riesgos a la vista
Corficolombia proyecta un crecimiento del PIB colombiano del 2,6 por ciento para 2025, con una inflación que cerraría el año en torno al 4 por ciento. Sin embargo, estas estimaciones incorporan riesgos significativos como tensiones fiscales, problemas en el sector energético, conflictos sociales, inseguridad y el fortalecimiento del dólar impulsado por políticas asociadas a Donald Trump. Aunque la inflación descendió durante 2024, podría repuntar debido a la depreciación cambiaria y efectos de indexación en precios y salarios.
El sistema monetario respaldado por el Banco de la República
En el marco de la moneda colombiana, abreviada como COP y controlada por el Banco de la República, circulan billetes y monedas que aluden a la rica biodiversidad del país. Las monedas en circulación incluyen denominaciones de 50, 100, 200, 500 y 1.000 pesos, siendo las de 500 y 1.000 pesos bimetálicas. Sus diseños destacan especies emblemáticas como el oso de anteojos, la guacamaya bandera, la rana de cristal y la tortuga caguama. Cabe resaltar que la moneda de 1.000 pesos, que circuló por primera vez entre 1996 y 2002, perdió popularidad con el tiempo debido al aumento de falsificaciones.
Esta dinámica cambiaria subraya la importancia de monitorear el comportamiento del dólar para los colombianos, especialmente en un año de proyecciones moderadas donde los desafíos internos y externos podrían influir en la estabilidad económica.

















