El dólar estadounidense cerró este 25 de diciembre en un promedio de 3.726 pesos colombianos en Colombia, según el reporte de Dow Jones, marcando una baja del 0,79 por ciento con respecto al cierre anterior de 3.755,82 pesos. Esta caída se registró tras ocho sesiones consecutivas negativas para la divisa norteamericana, en un contexto de reacción a eventos políticos que han influido en el tipo de cambio USD/COP en el mercado local.
En los últimos siete días, el dólar acumuló una variación negativa del 2,22 por ciento, mientras que en el último año descendió un 13,45 por ciento, reflejando una volatilidad menor en la semana reciente en comparación con el comportamiento anual, lo que apunta a una mayor estabilidad en el corto plazo. El peso colombiano, moneda legal emitida y controlada por el Banco de la República, circula en denominaciones de 50, 100, 200, 500 y 1.000 pesos, con las monedas de 500 y 1.000 pesos destacándose por su diseño bimetálico que incorpora elementos de la biodiversidad nacional, como el oso de anteojos, la guacamaya bandera, la rana de cristal y la tortuga caguama. Cabe recordar que la moneda de 1.000 pesos, introducida en su primera versión entre 1996 y 2002, perdió popularidad con el tiempo debido al aumento de falsificaciones.
Proyecciones económicas para 2025 y riesgos en el horizonte
De cara al 2025, Corficolombia proyecta un crecimiento del PIB colombiano del 2,6 por ciento, impulsado principalmente por el consumo privado y la inversión, aunque advierte sobre riesgos significativos como tensiones fiscales, problemas energéticos, conflictos sociales, inseguridad, un dólar fuerte y tasas de interés elevadas en Estados Unidos. La inflación, que descendió a lo largo de 2024, podría enfrentar presiones renovadas en el segundo semestre del próximo año debido a la depreciación cambiaria y efectos de indexación, cerrando cerca del 4 por ciento según las estimaciones.
El sistema financiero del país mantiene su resiliencia pese al aumento de la morosidad, con expectativas de recuperación apoyadas en tasas de interés más bajas y mayor inversión, lo que podría estabilizar aún más el tipo de cambio y respaldar la economía en un entorno de mayor certidumbre.

















