El dólar estadounidense cerró este 8 de diciembre en un promedio de 3.821,23 pesos colombianos, según el reporte de Dow Jones, lo que representa una baja del 0,33 por ciento frente al cierre previo de 3.834,05 pesos. Esta cotización en el mercado colombiano marca la segunda sesión consecutiva en terreno negativo para la divisa norteamericana, en un contexto de volatilidad semanal que supera la observada en el acumulado interanual, con un avance del 1,36 por ciento en la semana y una caída del 8,35 por ciento en el año.
La fluctuación responde a una combinación de eventos políticos internos y externos, incluyendo riesgos fiscales, desafíos en el sector energético, conflictos sociales, problemas de inseguridad y un dólar fortalecido a nivel global, agravado por las expectativas de inflación en Estados Unidos tras la victoria electoral de Donald Trump. Pese a estas presiones, el peso colombiano, controlado por el Banco de la República, mantiene su resiliencia en un sistema financiero sólido, aunque con algo de morosidad, y una inflación en 2024 que sigue en descenso.
Proyecciones económicas para 2025 según Corficolombia
Corficolombia proyecta para 2025 un crecimiento del PIB en torno al 2,6 por ciento, impulsado principalmente por el consumo privado y la inversión, aunque advierte sobre riesgos derivados de los desafíos fiscales persistentes, tensiones en el sector energético, conflictos sociales, inseguridad y el contexto externo con un dólar fuerte. La inflación podría cerrar el año en un 4 por ciento, en un panorama donde la volatilidad del tipo de cambio USD/COP continúa siendo un factor clave para la economía nacional.
El peso colombiano y sus características
El peso colombiano, moneda oficial en circulación con denominaciones de 50, 100, 200, 500 y 1.000 pesos, incorpora diseños que celebran la rica biodiversidad del país, como el oso de anteojos, la guacamaya bandera, la rana de cristal, la tortuga caguama y otras especies emblemáticas. Las monedas de 500 y 1.000 pesos son bimetálicas, mientras que la de 1.000 pesos, que circuló entre 1996 y 2002, perdió popularidad debido a su fácil falsificación, lo que resalta los esfuerzos del Banco de la República por mantener la integridad del circulante en medio de las dinámicas cambiarias actuales.

















