Una avioneta CESSNA 310, matrícula XBRED, fue interceptada por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana tras ingresar sin autorización al espacio aéreo venezolano y terminó cayendo en una pista no habilitada del municipio Rómulo Gallegos, en el estado Apure. El siniestro provocó un incendio que destruyó por completo la aeronave y dejó dos personas fallecidas, mientras las autoridades analizan las posibles causas, que podrían incluir una falla técnica, un error humano o factores externos.
Según informó el comandante Estratégico Operacional de la Fanb, Domingo Hernández Lárez, vía Telegram, la operación también permitió la destrucción de dos campamentos logísticos pertenecientes a grupos irregulares que operan en la frontera colombo-venezolana, ubicados en el estado Amazonas, y la incautación de diversos objetos: municiones, vehículos todo terreno, chalecos tácticos y combustible, así como panfletos atribuidos al ELN en el marco de lo que Caracas describe como operaciones antidrogas y de seguridad fronteriza. El reporte oficial subraya que la acción forma parte de un esfuerzo sostenido por desmovilizar estructuras de narcotráfico y terrorismo en la región.
Entre los detalles que rodean el incidente, se indicó que la aeronave habría despegado de Bonaire pese a órdenes de inmovilización y que, según informaciones no confirmadas, el transpondedor habría sido apagado poco después del despegue, dificultando el rastreo por radar. Se señala además que la aeronave estuvo estacionada en el Aeropuerto Flamingo de Bonaire desde octubre de 2024. El hecho ocurre en un momento de intensificación de las operaciones antidrogas venezolanas y de tensiones en la frontera con Colombia, con la presencia de objetos incautados y la posibilidad de nuevos operativos contra grupos irregulares en la región.
Contexto regional y repercusiones
El suceso se produce en un marco de creciente presión venezolana contra lo que Caracas denomina Tancol, Terroristas Armados Narcotraficantes de Colombia, y se enmarca en la dinámica internacional que ha visto desde agosto un despliegue de buques de guerra de Estados Unidos en el Caribe para combatir redes de narcotráfico, con el Gobierno de Maduro negando cualquier vínculo entre droga y su administración. En este contexto, las autoridades venezolanas sostienen que las acciones buscan neutralizar capacidades logísticas de estos grupos, desmovilizar campamentos y frenar el tráfico ilícito en la frontera.
«N/A»
Las autoridades también indicaron que, a nivel de balance operativo, se han registrado dos muertes entre los tripulantes colombianos y la destrucción de dos campamentos logísticos en Amazonas, con el agregado de que 14 embarcaciones sospechosas de narcotráfico habrían sido bombardeadas por fuerzas o actores regionales desde septiembre de 2025, con un saldo de al menos 57 muertos. Estas cifras se inscriben en un amplio patrón de tensiones regionales y reforzamiento militar venezolano, que contrasta con las dudas y señalamientos que se mantienen a nivel internacional sobre el vínculo entre drogas y actores estatales en la región.














 
															 
															 
															 
															 
															

