El Ejército Nacional de Colombia abatió a dos integrantes de la subestructura Edwin Román Velásquez Valle del Clan del Golfo durante un intenso enfrentamiento armado en el corregimiento de La Chaparrala, en el municipio de Andes, Antioquia. La operación ofensiva se basó en reportes de inteligencia que alertaban sobre la presencia constante de estos criminales en la zona, donde se ha registrado un incremento notable de la violencia. Además, un tercer integrante resultó herido de gravedad, mientras que los cuerpos de los abatidos fueron trasladados a Medellín para su identificación y el herido se estabilizó a la espera de su traslado a la misma ciudad.
José Lesmes, director Operativo de la Secretaría de Seguridad de Antioquia, confirmó el desarrollo de la acción militar, destacando que las tropas respondieron con profesionalismo ante el ataque inicial de los delincuentes. Esta zona del Suroeste antioqueño ha recibido refuerzos de seguridad debido al alza sostenida de homicidios vinculados a la presencia de estructuras armadas ilegales como el Clan del Golfo y sus disputas territoriales. En lo que va de 2025, Andes ya acumula 65 homicidios, frente a los 20 registrados en todo 2024, lo que representa un aumento del 45 por ciento.
Operativos continuarán para recuperar el control territorial
Las acciones del Ejército incluyen patrullajes intensivos, puestos de control y operaciones de inteligencia dirigidas a desmantelar estas bandas. Lesmes enfatizó que los operativos se mantendrán en el Suroeste antioqueño para afectar a los grupos ilegales y frenar las disputas que azotan la región.
“Era una información que tenía el Ejército de la presencia constante de estos integrantes de esa comisión de esa subestructura. Desarrollaron una operación ofensiva hacia el sector, efectivamente llegaron y, al notar ya el accionar del Ejército, se enfrentaron y obviamente las tropas pusieron en práctica todo lo aprendido en sus entrenamientos”
José Lesmes, director Operativo de la Secretaría de Seguridad de Antioquia
Este enfrentamiento representa un golpe significativo contra el Clan del Golfo en una área estratégica, aunque subraya la persistencia de la amenaza criminal en Antioquia, donde las autoridades reiteran su compromiso con la recuperación del control territorial y la protección de la población civil.

















