“El Mundo necesita voces firmes a favor de la paz”: Secretario General de la ONU sobre León XIV

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António Guterres dijo que espera aprovechar el largo legado de cooperación entre las Naciones Unidas y la Santa Sede para promover la solidaridad, fomentar la reconciliación y construir un mundo justo y sostenible para todos.

La elección de Su Santidad el Papa León XIV, anunciada desde el Vaticano, representa un momento trascendental no solo para los millones de fieles católicos alrededor del mundo, sino también para quienes creen en la construcción de un mundo más justo, compasivo y pacífico.

Nacido en Chicago como Robert Francis Prevost, pero profundamente vinculado a América Latina por su labor misionera en Perú, el nuevo Papa encarna una visión integradora que trasciende fronteras y promueve la esperanza en medio de tiempos marcados por el conflicto y la incertidumbre global.

El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, celebró este acontecimiento con palabras que resuenan en todos los rincones del planeta: “Nuestro mundo necesita las voces más firmes a favor de la paz, la justicia social, la dignidad humana y la compasión”. En su mensaje, subrayó la importancia espiritual de este momento, destacando el valor de contar con un liderazgo que se alce con claridad y convicción frente a los desafíos actuales, como la violencia, la desigualdad y el deterioro del tejido social en múltiples regiones.

Desde el balcón principal de la Basílica de San Pedro, el Papa León XIV dirigió su primer mensaje al mundo con un llamado a la paz. No fue solo un saludo ceremonial, sino una declaración de principios que marca el inicio de un pontificado enfocado en tender puentes, sanar heridas y convocar a la humanidad a reconocerse en su dignidad compartida. Sus palabras iniciales son una guía para todos los que, desde distintos credos y culturas, anhelan un futuro sin guerras ni exclusiones.

Guterres también expresó su deseo de continuar fortaleciendo la relación entre las Naciones Unidas y la Santa Sede, una alianza que, bajo el liderazgo del fallecido Papa Francisco, se enfocó en promover la solidaridad global, atender a los más vulnerables y fomentar procesos de reconciliación. Este compromiso conjunto cobra aún más valor en la actualidad, cuando el diálogo y el entendimiento mutuo son indispensables para enfrentar los retos que trascienden las fronteras nacionales.

La vida del nuevo pontífice refleja un camino de servicio que une espiritualidad y acción concreta. Su paso por Perú como misionero, su trabajo pastoral y su trayectoria como líder dentro de la Orden de San Agustín muestran una sensibilidad especial hacia las realidades del sur global. Esa experiencia puede enriquecer los esfuerzos internacionales por la paz, especialmente en regiones marcadas por la desigualdad y el conflicto prolongado.

Al suceder al Papa Francisco, quien dejó una huella imborrable como mensajero incansable de paz y defensor de los marginados, el Papa León XIV asume una responsabilidad histórica. En sus palabras y gestos, el mundo encuentra una nueva oportunidad para reafirmar que la paz no es una utopía, sino un camino que se construye con voluntad, compromiso y esperanza. La humanidad necesita más que nunca líderes que, como él, levanten la voz por quienes no tienen voz y trabajen con humildad por un mundo sin violencia.

Con información de ONU Noticias.

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