Esteban Jaramillo Osorio
El empresario mexicano que le arrebató a James Rodríguez a Junior, es hijo y heredero de Jesús Martínez, dueño del León de Guanajuato y del Pachuca, quien hace unos años quiso comprar las acciones del Once Caldas.
Antes y después de aquel día, cerca de una veintena de empresarios ha ofrecido tomar el control del equipo, sin satisfacciones en lo planteado.
El último Dayro Mora, un manizaleño que agitó el ambiente, no cumplió con las expectativas y tiene delirando a un reconocido periodista afincado en Bogotá, que habla permanentemente de la venta del club.
El Once goza en la actualidad de buena salud financiera. Pero la Dian se ha negado a recibir al pago de la parte restante de la deuda, para asi quedar a paz y salvo de los impuestos.
Cuando Jaime Pineda lo adquirió por 500 millones de pesos y al borde de la quiebra, el Once debía 28 mil millones de pesos por cargas tributarias. Hoy la deuda está en ocho mil.
En la actualidad, aunque los mayores accionistas escuchan ofertas, no hay nada en serio para la venta del club.
La mirada de los dirigentes está puesta en la Copa Suramericana, en el torneo Colombiano y en la proyección con un nuevo modelo de formación, en las divisiones inferiores.
Sus fichajes no deslumbran para el torneo de esta temporada, pero responden a las expectativas del técnico Herrera, reconocido por su campaña con el blanco el año pasado.
La pretemporada, en la puesta a punto, la inició con dos victorias ante Envigado, lo que estimula a los aficionados pero no es una proyeccion confiable. Esta llegará cuando en serio empiece la competencia.
Las nuevas incorporaciones dejaron buenas sensaciones, especialmente Dorrego, el uruguayo, procedente de Oriente Petrolero en Bolivia, recomendado por Dayro Moreno, la estrella del equipo.
La presentación oficial de la nómina actual, será el próximo sábado ante Universitario el campeón del Perú. La competencia con el partido ante Nacional, se iniciará una semana después.
El nuevo Once Caldas, que se armó con jugadores sin renombre, que a punto estuvo de contratar a Dorlan Pabón para reforzar su ataque, no se deslumbró frente opciones atractivas pero costosas.
Tantos de ellos culones, barrigones, en conflicto con el futbol, perezosos, intermitentes, inactivos, con las rodillas destrozados o amantes de la enfermería. Esteban J.