En un episodio reciente del pódcast Los hombres sí lloran, Jordi Mauricio Romero Castillo, conocido como “El profe Jordi”, compartió los principales retos de la docencia en Colombia, la salud emocional del profesorado y las estrategias para integrar redes y tecnologías de la información y la comunicación en la educación. La entrevista, realizada por Juan Pablo Raba y difundida en Instagram y YouTube, sitúa el relato en un colegio de Bogotá y ofrece una lectura sobre la realidad educativa del país y el papel de la tecnología y las redes en la labor docente.
Romero Castillo, quien también es autor del libro ¿Qué hay detrás de las buenas notas?, es reconocido como uno de los docentes más seguidos en redes por su día a día en un centro educativo bogotano. En el diálogo se subraya que la educación pública puede ser una herramienta de movilidad social cuando se acompaña de un enfoque integral y de un uso consciente de las TIC, y se subraya la importancia de no bloquear la tecnología sino integrarla pedagógicamente. Entre las declaraciones, se afirma que “es muy difícil cuando quienes están la mayoría de las veces detrás de las leyes y de la política educativa, son personas que están allá en su escritorio tomando whiskycito”; se reconoce también que “ha ido mejorando el sueldo y todo el tema de la dignificación docente” y que “es una montaña rusa, como cualquier otro trabajo”. Añade que “Uno no llega al aula dejando las emociones en la puerta; llegamos cargados con nuestra emotionalidad y tenemos, además, que cuidar la de los estudiantes” y afirma una inquietud personal sobre buscar asesoría profesional para atender su propio bienestar, diciendo que “Personalmente, yo creo que sí tengo una deuda conmigo mismo, que espero saldar pronto, de buscar asesoría profesional. Es algo que ojalá esté al alcance de la mano de todas las personas”. En el marco de los proyectos educativos, se menciona además la existencia de una experiencia con una ONG que dejó a la enseñanza sin redes ni aulas durante un mes, una muestra de los retos logísticos que acompañan la implementación de iniciativas en redes.
La educación pública como motor de movilidad y la integración responsable de las TIC
El entrevistado plantea diferencias entre colegios públicos y privados, pero sostiene que la verdadera brecha la generan los propios estudiantes y que se necesita más apoyo institucional y familiar para que las iniciativas en redes logren resultados. “Me aferro mucho a esas palabras de agradecimiento de los estudiantes, a esos abrazos, a esas sonrisas” reflexiona sobre el impacto del trabajo diario. También sostiene que “no hay que pelear contra lo digital. Pelear contra eso es perder una batalla de antemano” y propone acciones prácticas para las aulas, como invitar a los estudiantes a hacer trabajos creativos con herramientas digitales, por ejemplo “Hágase una imagen en Canva sobre lo aprendido, envíe un audio a su mamá, haga una entrevista a su compañero como si fuera arqueólogo”. En ese marco, señala que “mostrarte vulnerable no te hace un mal profesor, te hace ver que eres un ser humano y un buen maestro”. En el contexto educativo, se mencionan también las dificultades logísticas cuando, como en la experiencia con la ONG, hubo un mes sin redes ni aulas, lo que evidencia la fragilidad de ciertos proyectos cuando no se garantiza una infraestructura adecuada.
«No hay que pelear contra lo digital. Pelear contra eso es perder una batalla de antemano» – Jordi Mauricio Romero Castillo, docente
Con todo, el episodio y el testimonio del profe Jordi permiten ver una conversación que trasciende lo personal para tocar cuestiones estructurales: la necesidad de asesoría profesional para el profesorado, la importancia de mirar de frente la salud mental y la posibilidad de que las redes y las TICs se conviertan en puentes pedagógicos en lugar de obstáculos. El contexto destaca que el profe Jordi es uno de los docentes más seguidos en redes y que su visión de la educación pública como herramienta de movilidad social promueve un acompañamiento integral y un uso consciente de las tecnologías. En suma, la entrevista refuerza la idea de que la verdadera brecha educativa la generan las condiciones y el apoyo con el que cuentan las comunidades escolares, y no solo las diferencias entre colegios públicos y privados.
















