La Veintitrés

El techno no es un espíritu separable del cuerpo

La democracia en la música es la idea de dar voz y participación equitativa a los miembros de una comunidad musical. En este contexto, la democracia implica que cualquier persona puede participar activamente en la toma de decisiones relacionadas con la creación y dirección de un proyecto musical, ya sea del hacer música o ser parte de un festival. En ocasiones esto se debe a un factor económico.  
Compartir en redes sociales

Escrita por: Andrés Felipe Rivera Motato
Redes sociales: @Osomotato

En días pasados recordaba con algo de reflexión la primera vez que asistí como espectador a un evento techno. Mientras escribía la nota sobre Chaos Frequency pasaron muchos recuerdos por mi mente, las memorias de un antes y un después, pensaba en lo mucho que me negaba a descubrir otro tipo de interés y en las veces que logre persuadirme a mí mismo para convencerme de que existen otros universos a los que nunca había querido viajar. Uno de ellos ir a un festival de esos que en otro momento me podría producir un fuerte dolor de cabeza

Durante los últimos 14 años me la he pasado escuchando clásicos del rock y el metal, desde mi inicio con Judas Priest hasta aquella categoría que me hizo sentir en algún momento como un supremo en gustos y a lo mejor “único y diferente”, el black. Pasé por diferentes etapas en mi camino como metalero, sin embargo, nunca experimenté la sensación que viví por medio de la “música oscura”. Así era nombrado todo aquello que no estuviera dentro de mis gustos comunes, como el techno y otros géneros. 

Ese sentimiento de lo extraño, lo desconocido, una sorpresa infinita dentro de mí, es todo aquello que hoy me tiene escribiendo sobre el tema. Algún profesor de la universidad un día me enseñó que el periodismo era como una cebolla que había que quitarle capas hasta llegar a su corazón para llegar a la verdad de una noticia, pues esa explicación se volvió en un mantra en mi vida, hasta para escuchar música. 

Imagínese que va por una carretera a 80 km, yo pienso en el Alto de Letras. Ese camino tiene una base que es el conjunto entre la velocidad y el tipo de suelo, a medida que se avanza hay diferentes tipos de curvas e inclinaciones que hace que dentro del carro, la vía se perciba de distinta manera. Afuera hay neblina que se mueve con el viento, puede haber sol, lluvia o un ambiente que cambia constantemente en cuanto se avanza. Eso es lo que aprendí a sentir con cada soundtrack sin tenerme que aprender la cantidad de términos raros que tiene este género. 

Volviendo a mi primer festival, recuerdo ver gente de todo tipo, estilos, edades, sexo, religión, fue ver la globalización en un solo lugar.  -Y yo que me creía el raro. He asistido a cuanto festival de metal haya en Colombia y seguramente no había visto tanta diversidad y gente feliz en mi vida. La paz que se puede experimentar en estos lugares es una de las razones por las que recomendaría que por lo menos las personas deberían vivir esta experiencia una vez en su vida.

La democratización en el techno 

Ya pasó más de un año de aquel primer evento y poco a poco voy metiéndome en el asunto, conociendo más de la cultura que hay detrás del techno. De las cosas que me encuentro, es que es un género que permite que exista una democracia. Dentro de mi universo anterior da la sensación que el espectador es un sujeto ajeno al emisor, no hay cercanía entre el público y el artista. A diferencia del techno, hay más oportunidades de poder llegar a generar un contacto cercano entre los dos. 

La democracia en la música es la idea de dar voz y participación equitativa a los miembros de una comunidad musical. En este contexto, la democracia implica que cualquier persona puede participar activamente en la toma de decisiones relacionadas con la creación y dirección de un proyecto musical, ya sea del hacer música o ser parte de un festival. En ocasiones esto se debe a un factor económico.  

En el techno puede existir más facilidad de conocer un ídolo que en otros géneros populares, esto se debe al precio y otros factores que hay detrás de la oferta y la demanda que cada día sigue creciendo como bola de nieve en el mundo. Este tipo de música pasó de ser algo underground a volverse mainstream.

Parte de la conclusión y reflexión final es que hasta para los gustos a veces es bueno salirse de la zona de confort y conocer un poco de lo que el mundo de ahora propone. El Aristóteles del 2023 diría algo como: “el techno no es un espíritu separable del cuerpo” así como lo sostendría un Platón.

Te recomiendo leer: Chaos Frequency dejará vibras en lo alto

Sigue leyendo