El mundo está expectante frente a lo que pueda pasar hoy en los comicios que definirán quien será el nuevo mandatario de la potencia más poderosa del planeta en la que se espera será una de las votaciones mas apretadas de la historia. Los norteamericanos decidirán si eligen nuevamente al polémico y conservador Donald Trump, o si por primera vez el país escoge a una mujer como su presidenta
Washington, 5 nov (Prensa Latina) El 5 de noviembre es el duelo final en una carrera por la presidencia de Estados Unidos que sigue muy ajustada y en la cual hoy ninguno de los candidatos tiene una ventaja clara.
Pero ambos, Kamala Harris (demócrata) y Donald Trump (republicano), dedicaron el último fin de semana antes del día de las elecciones a campañas tú a tú en aquellos estados oscilantes o claves que, definitivamente, tendrán un papel decisivo en la victoria.
Los dos equipos, tanto el demócrata como el republicano, dicen que sentaron las bases para ganar y que sus argumentos son los correctos para proclamar el triunfo.
Según la campaña de Harris, su trabajo sobre el terreno ha sido más efectivo y dijo que más de dos mil 500 empleados y voluntarios en estados péndulo (Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Carolina del Norte, Georgia, Arizona y Nevada) fomentaron un fuerte movimiento a favor del voto por su candidata.
Además, opinan que cuestiones como el aborto, junto con el índice de favorabilidad de Harris, que es varios puntos más alto que el de Trump en el promedio de encuestas de Decision Desk HQ/The Hill, ayudarán a catapultarla hacia la Casa Blanca.
Por su parte, la campaña de Trump se sustenta en criterios de los votantes de que el país va en la dirección equivocada, el costo de la vida y en general la economía, señaló el diario The Hill.
Los republicanos señalan a Harris como la continuación de la administración de Joe Biden, cuyo índice de aprobación está bajo el agua, apuntó el periódico.
Históricamente, existe la percepción de que cuando un titular tiene un índice de aprobación bajo (Biden tiene 40 por ciento), el partido contrario prevalece, recordó un artículo del rotativo especializado en temas políticos y del Congreso.
“Creo que ambos lados tienen razones válidas de cómo y por qué es posible una victoria”, dijo un estratega demócrata cercano a la campaña de Harris, citado en The Hill.
“Esa es parte de la razón por la que está tan reñido y por la que ninguno de los dos lados tiene la ventaja. Todas las encuestas están ridículamente reñidas”, subrayó.
Un sondeo publicado por Gallup esta semana mostró que aproximadamente el 49 por ciento de los estadounidenses tienen una opinión favorable de Harris en comparación con el 44 por ciento de Trump.
Por su parte, el gobernador Tim Walz, de Minnesota, candidato a la vicepresidencia en la fórmula demócrata, también tiene una calificación favorable más alta, con 45 por ciento, mientras que el republicano del binomio de Trump, el senador por Ohio JD Vance tiene 39 por ciento.
Tales estadísticas son un buen augurio para Harris, señaló Gallup, porque los candidatos con índices de favorabilidad más altos generalmente han ganado elecciones presidenciales recientes, reseñó el rotativo.
Estados Unidos está cerrando una de las campañas más costosas de la historia. Datos de la firma de seguimiento de anuncios arrojan que los gastos en publicidad ascendieron a casi mil millones de dólares en la última semana previa a las elecciones, lo que representa casi el 10 por ciento del total desde principios del 2023.
De acuerdo con el reporte, citado por NBC News, los 994 millones de dólares son casi una décima parte de los más de 10 mil millones desembolsados en la campaña política en todos los distritos desde 2023.
Y lejos de terminar con el gasto, se calcula que todavía hay más de 300 millones de dólares en tiempo publicitario corriendo desde este domingo hasta mañana, día de la jornada electoral.
En 2024, además del presidente o presidenta de la nación para el periodo enero de 2025-enero 2029, los estadounidenses elegirán en el Congreso federal a los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 34 de los 100 puestos del Senado. Hay competencias en legislaturas estatales, así como para gobernaciones y otros cargos a nivel local.