En un controvertido operativo de tránsito realizado en Bogotá, agentes inmovilizaron una ruta escolar mediante grúa, obligando a bajar a tres menores de edad con uniformes escolares y dejándolos esperando en el andén bajo la supervisión de un agente de policía, mientras dos adultos también presentes observaban la escena. El video capturado por un testigo se volvió viral en redes sociales, generando un amplio debate sobre la forma en que se manejan estas situaciones con niños involucrados.
La inmovilización se debió a presuntos incumplimientos de normas de seguridad, documentación irregular o legalidad específica para vehículos escolares, motivos comunes en este tipo de intervenciones. En las imágenes, se observa cómo los pequeños son descendidos del bus y ubicados en un lugar público, acompañados por el uniformado, lo que ha avivado críticas por la aparente falta de coordinación con la institución educativa o los padres de familia.
Recuerdo de la tragedia de Fundación que subraya la importancia de las normas
Este incidente resucita el doloroso recuerdo de la tragedia ocurrida el 18 de mayo de 2014 en Fundación, Magdalena, donde un bus escolar sin revisión técnico-mecánica se incendió, cobrando la vida de 33 menores de edad. En aquel caso, el conductor fue condenado a 10 años de prisión y el responsable de la ruta a 48 años, destacando las graves consecuencias de ignorar las regulaciones. La normativa vigente, como el Decreto 1079 de 2015 y la Ley 769 de 2002, exige precisamente que durante una inmovilización se baje a los menores a un lugar seguro en compañía de un adulto responsable, lo que en este operativo se cumplió con la presencia del agente, aunque no evitó la indignación generalizada.
“Ponen a los niños a esperar, bajan a los niños de su ruta por llevársela… Pa que los papás miren esto. Eso no se hace”
Hombre que grabó el video
El video, que muestra a los tres menores afectados junto a los dos adultos en el andén, ha desatado un intenso debate en redes sociales entre quienes defienden el estricto cumplimiento de las normas de tránsito para prevenir accidentes fatales y quienes cuestionan la falta de alternativas más coordinadas, como notificar directamente a los padres o la escuela. Este caso pone de nuevo sobre la mesa la necesidad de equilibrar la seguridad vial con el bienestar inmediato de los estudiantes en operativos de este tipo.
