En el día de la lucha contra la Desertificación y la Sequía, el vandalismo a la tierra no cesa

© IOM/Alexander Bee
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La desertificación y la sequía son cuestiones que tienen una dimensión mundial y que afectan a todas las regiones del mundo. Es necesario que la comunidad internacional adopte medidas conjuntas para hacerles frente. La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 17 de junio “Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía” mediante resolución aprobada en 1994.

Cada segundo se degradan unos cuatro campos de fútbol de tierra sana, advirtió el Secretario General de la ONU António Guterres en el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, al tiempo que hizo un llamamiento a los gobiernos, las empresas y las comunidades a unir sus esfuerzos para revertir el daño y proteger el planeta. 

© UNESCO. Agricultura en suelos volcánicos en el Geoparque Mundial de la UNESCO Lanzarote y Archipiélago de Chinijo, en España.

Texos y fotos de Noticias ONU

La desertificación es la degradación de la tierra en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas. Está causada fundamentalmente por la actividad humana y las variaciones climáticas. Este proceso no hace referencia al avance de los desiertos existentes. La desertificación se debe a la vulnerabilidad de los ecosistemas de zonas secas, que cubren un tercio de la superficie del planeta, a la sobrexplotación y el uso inadecuado de la tierra. La pobreza, la inestabilidad política, la deforestación, el sobrepastoreo y las malas prácticas de riego afectan negativamente a la productividad del suelo.

Se calcula que el 45% de la superficie terrestre está afectada por la pérdida de tierras, y expertos en la materia aseguran que la inversión en la restauración, al igual que la energía sostenible, son opciones rentables para ayudar a mitigar la desertificación, que se ha convertido en un efecto mundial causando un sin número de repercusiones como la sequía, migración forzada, y acceso a alimentos.

Las fuentes sostenibles de energía, incluidas la solar y la eólica, pueden ayudar a las comunidades de todo el mundo a revertir la desertificación y la pérdida de tierras, según Ibrahim Thiaw, secretario ejecutivo de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación.

Para Thiaw, un tercio de la población mundial, algo así como 3200 millones de personas, se ven afectadas por ella. Cada años se degradan, según él, “cien millones de hectáreas de tierra, una superficie del tamaño de Egipto”.

El Mensaje del Secretario General

Mientras casi el 40% de la tierra del planeta se degrada y cada segundo se pierden más hectáreas, los gobiernos, las empresas y las comunidades deben impulsar la acción para revertir el daño y proteger la Tierra, dijo el Secretario General de la ONU en un enérgico mensaje con motivo del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que se celebra anualmente el 17 de junio.

“Cada segundo se degradan unos cuatro campos de fútbol de tierra sana”, dijo António Guterres, quien agregó: “La seguridad, la prosperidad y la salud de miles de millones de personas dependen de tierras prósperas que mantienen vidas, medios y ecosistemas, pero estamos vandalizando la Tierra que nos da el sustento”.

La desertificación, la degradación del suelo y la sequía figuran actualmente entre los retos medioambientales más acuciantes.

Unidos por la tierra

El lema del día es Unidos por la tierra: Nuestro legado y nuestro futuro, poniendo de relieve el futuro de la custodia de la tierra, que es el recurso más preciado del planeta para garantizar la estabilidad y la prosperidad de miles de millones de personas en todo el mundo.

© Global Commission on Adaptation (GCA)

Una tierra sana no sólo nos proporciona casi el 95% de los alimentos que se consumen en el mundo, sino mucho más. Viste y da cobijo a las personas, proporciona puestos de trabajo y medios de subsistencia y protege a las comunidades del empeoramiento de las sequías, las inundaciones y los incendios forestales.

Como nos recuerda el tema central de este año, debemos estar “Unidos por la Tierra”. “Gobiernos, empresas, el mundo académico, comunidades y más deben unirse y actuar”, dijo Guterres.

Sabemos lo que tenemos que hacer

El crecimiento demográfico unido a unos modelos de producción y consumo insostenibles alimentan la demanda de recursos naturales, ejerciendo una presión excesiva sobre la tierra hasta el punto de degradarla.

Al mismo tiempo, la desertificación y la sequía están impulsando las migraciones forzosas, poniendo a decenas de millones de personas cada año en riesgo de desplazamiento.

De los ocho mil millones de habitantes del planeta, más de mil millones de jóvenes menores de 25 años viven en países en desarrollo, sobre todo en regiones cuyo sustento depende directamente de la tierra y los recursos naturales. 

La disponibilidad de energía solar ha permitido a los agricultores del norte de Sudán seguir cultivando 
PNUD/Muhanad Sameer

Crear perspectivas de empleo para las poblaciones rurales es una solución viable que permite a los jóvenes acceder a oportunidades de emprendimiento verde y, al mismo tiempo, ampliar las mejores prácticas.

“Sabemos lo que tenemos que hacer”, dijo el titular de la ONU. “Está claramente establecido en la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación. Ahora que celebramos el trigésimo aniversario de la Convención, el mundo debe acelerar drásticamente el ritmo de su aplicación”.

Para ello, señaló la necesidad de impulsar la Conferencia de las Partes en la Convención de Riad (COP16) y garantizar que los jóvenes sean escuchados en las negociaciones.

“Juntos, sembremos las semillas de un futuro próspero para la naturaleza y la humanidad”, concluyó.

sos/

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