El euro abrió este 25 de diciembre a 4.394,74 pesos colombianos en promedio en el mercado de divisas colombiano, lo que representa una variación negativa del 0,65 por ciento frente al cierre anterior de 4.423,30 pesos, según un reporte de Dow Jones citado por Infobae al inicio de la sesión bursátil.
Esta cotización refleja un desempeño mixto en el corto plazo, con un descenso del 1,67 por ciento en los últimos siete días y un ascenso del 2,91 por ciento en el rendimiento interanual, mientras que el día anterior había registrado un incremento del 1,25 por ciento, destacando la volatilidad reciente de la moneda europea en el contexto local.
Contexto cambiario y perspectivas económicas para Colombia
En el mercado colombiano, el euro se vende actualmente a un valor más elevado que el dólar estadounidense, una tendencia que subraya su posición en la canasta de divisas. La volatilidad observada en los últimos siete días resulta inferior a la experimentada durante el último año, lo que sugiere una estabilización relativa en medio de las fluctuaciones globales.
Para 2025, las perspectivas económicas de Colombia apuntan a un crecimiento del 2,6 por ciento según proyecciones de Corficolombia, impulsado principalmente por el consumo privado y la inversión, aunque no exentas de riesgos como los desafíos fiscales, energéticos y sociales, la inseguridad, un dólar fuerte y posibles presiones inflacionarias en Estados Unidos derivadas de las políticas de Donald Trump. Además, la inflación local podría acercarse al 4 por ciento en la segunda mitad del año debido a la depreciación cambiaria y efectos de indexación.
El peso colombiano, moneda de curso legal emitida y controlada por el Banco de la República, circula en denominaciones de 50, 100, 200, 500 y 1.000 pesos, con las de mayor valor siendo bimetálicas para mayor seguridad. Sus diseños aluden a la rica biodiversidad del país, incorporando especies como el oso de anteojos, la guacamaya bandera, la rana de cristal y la tortuga caguama; cabe destacar que la moneda de 1.000 pesos, que circuló entre 1996 y 2002, perdió popularidad por el alto número de falsificaciones.
El sistema financiero colombiano mantiene su resiliencia a pesar de la morosidad elevada y la baja rentabilidad, mostrando una recuperación gradual gracias a tasas de interés más bajas y un mayor flujo de inversión, lo que fortalece el entorno para transacciones cambiarias como la del euro.
