En el mercado de divisas colombiano, el euro abrió la jornada bursátil del 8 de diciembre cotizando en promedio a 4.473,15 pesos colombianos, lo que representa un alza del 0,24 por ciento frente a la sesión previa cuando se negoció a 4.462,37 pesos, según datos de Infobae y Dow Jones. Esta variación positiva marca dos jornadas consecutivas en terreno alcista para la divisa europea, que se vende actualmente más cara que el dólar en el contexto local.
El incremento del euro responde a una tendencia semanal del 3,85 por ciento y anual del 3,46 por ciento, con una volatilidad semanal que alcanza el 15,8 por ciento, superior a la observada en el año completo. Estas dinámicas reflejan la negociación promedio en el mercado colombiano, donde el peso se mantiene controlado por el Banco de la República, emisor de las monedas en circulación de 50, 100, 200, 500 y 1.000 pesos.
Proyecciones económicas de Corficolombia para 2025
Corficolombia proyecta para Colombia un crecimiento del PIB del 2,6 por ciento en 2025, con una inflación que cerraría el año en torno al 4 por ciento, aunque estas estimaciones están sujetas a riesgos significativos como tensiones fiscales, problemas energéticos, desafíos sociales, inseguridad, un dólar fuerte en el exterior e inflación en Estados Unidos tras la era Trump. Además, aunque la inflación en 2024 ha descendido, podría enfrentar presiones por la depreciación cambiaria y mecanismos de indexación.
Detalles del peso colombiano y su evolución
Entre las monedas colombianas destacan las de 500 y 1.000 pesos, que son bimetálicas para mayor seguridad, mientras que la de 1.000 pesos tuvo su primera circulación entre 1996 y 2002, periodo en el que fue particularmente vulnerable a falsificaciones. Sus diseños incorporan elementos de la biodiversidad nacional, como el oso de anteojos, la guacamaya bandera, la rana de cristal y la tortuga caguama, resaltando la riqueza natural del país. A pesar de la morosidad creciente y la caída en la rentabilidad, el sistema financiero colombiano muestra una notable resiliencia frente a estos desafíos cambiarios y macroeconómicos.

















