El euro cerró en Colombia a 4.466,44 COP, con un incremento de 0,74% frente a los 4.433,50 COP de la jornada previa, según Dow Jones. Este cierre marca el fin de una racha de cuatro sesiones consecutivas de caída para la divisa frente al peso y se produce en una semana de volatilidad menor que la observada en el último año.
En el marco macroeconómico para 2025, Corficolombia estima un crecimiento del 2,6% impulsado por el consumo privado y la inversión, aunque advierte riesgos fiscales, del sector energético y de conflictos sociales e inseguridad. En el plano externo, el fortalecimiento del dólar y las presiones inflacionarias en Estados Unidos tras la victoria de Donald Trump alimentan especulaciones sobre tasas de interés más altas por más tiempo y efectos en manufactura, mientras persisten retos fiscales globales. A nivel local, la inflación descendió significativamente en 2024 y, si bien 2025 podría enfrentar desafíos en la segunda mitad, la depreciación del peso y la alta indexación de servicios podrían presionar los precios hacia finales de 2025, con una inflación cercana al 4%. En el ámbito del sistema financiero, se espera una recuperación gradual con reducción de tasas e incremento de la inversión, manteniendo la resiliencia frente a morosidad y caídas de rentabilidad.
Panorama monetario y estructura del peso en Colombia
La moneda de curso legal en Colombia es el peso, regulada por el Banco de la República. En circulación coexisten billetes de 50, 100, 200, 500 y 1000 pesos, mientras la circulación de la moneda de 1000 pesos se inició entre 1996 y 2002 y perdió popularidad por su vulnerabilidad a la falsificación. Las monedas de 500 y 1000 pesos son bimetálicas y, al igual que otros diseños, rinden homenaje a la biodiversidad del país con imágenes como el oso de anteojos, la guacamaya bandera, la rana de cristal y la tortuga caguama.
En términos generales, el peso colombiano continúa siendo la columna vertebral de las transacciones internas y su comportamiento se enmarca dentro de un sistema financiero que, a pesar de los retos, muestra resiliencia ante incrementos de morosidad y caídas de rentabilidad, con expectativas de recuperación progresiva conforme se aflojen las restricciones monetarias y se impulse la inversión.














 
															 
															 
															 
															 
															

