El euro cerró el 30 de diciembre, última jornada de negociación en el mercado de divisas colombiano, en un promedio de 4.461,56 pesos colombianos, lo que representó un alza del 1,69 por ciento respecto a los 4.387,30 pesos de la sesión anterior, según un reporte de Dow Jones. Esta subida posicionó al euro por encima del dólar en el contexto cambiario local, tal como lo destacó una nota de Infobae, marcando dos fechas consecutivas de ascenso para la divisa europea.
En el acumulado semanal, el euro registró un incremento del 0,86 por ciento, mientras que en el año sumó un 5,54 por ciento, evidenciando una volatilidad menor en la semana comparada con la tendencia anual. El peso colombiano, moneda legal emitida y controlada por el Banco de la República, con denominaciones en circulación de 50, 100, 200, 500 y 1.000 pesos, enfrenta estas dinámicas cambiarias en un entorno de negociación promedio al cierre de mercado.
Perspectivas económicas para 2025 en Colombia
Corficolombia proyecta un crecimiento del 2,6 por ciento para la economía colombiana en 2025, impulsado principalmente por el consumo privado y la inversión, aunque advierte riesgos como tensiones fiscales, problemas en el sector energético, conflictos sociales, inseguridad, un dólar fuerte y posibles presiones inflacionarias en Estados Unidos derivadas de políticas de Donald Trump. La inflación en Colombia, que mostró un descenso durante 2024, podría enfrentar presiones por la depreciación cambiaria y efectos de indexación, cerrando el año entrante en torno al 4 por ciento.
El sistema financiero del país se mantiene resiliente a pesar de la morosidad creciente y la baja rentabilidad, con expectativas de recuperación gracias a tasas de interés más bajas y mayor inversión. Entre las características del peso destacan las monedas de 500 y 1.000 pesos, que son bimetálicas para mayor seguridad contra falsificaciones, incorporando diseños inspirados en la biodiversidad nacional como el oso de anteojos, la guacamaya bandera, la rana de cristal y la tortuga caguama; la moneda de 1.000 pesos, introducida por primera vez entre 1996 y 2002, perdió popularidad precisamente por problemas de falsificación.
