El euro cerró el 31 de diciembre a un promedio de 4.431,45 pesos colombianos en el mercado de divisas local, según reportes de Dow Jones, lo que representa un alza del 3,04 por ciento frente a los 4.300,60 pesos de la sesión anterior. Esta cotización, destacada también por Infobae al señalar que el euro se vende más caro que el dólar, refleja una volatilidad del 15,86 por ciento en los últimos siete días, superior a la observada en el último año y con un cambio semanal del 0,18 por ciento, anual del 3,79 por ciento y una leve caída del 0,15 por ciento en el día previo.
En el contexto de las proyecciones económicas para Colombia en 2025, Corficolombia anticipa un crecimiento del PIB del 2,6 por ciento, impulsado por el consumo privado y la inversión, aunque matizado por una inflación proyectada cercana al 4 por ciento al cierre del año. Estas perspectivas optimistas contrastan con persistentes desafíos fiscales, riesgos energéticos, conflictos sociales, inseguridad y presiones externas como el fortalecimiento del dólar y las políticas asociadas a la era Trump en Estados Unidos, que podrían elevar la inflación tras su baja en 2024 debido a la depreciación cambiaria e indexación de precios.
Volatilidad cambiaria y resiliencia del sistema financiero
La ausencia de estabilidad en el euro subraya las tensiones en el mercado de divisas colombiano, donde el peso enfrenta presiones inflacionarias originadas en Estados Unidos. Mientras tanto, el sistema financiero del país muestra resiliencia a pesar de incrementos en la morosidad y caídas en la rentabilidad, con señales de recuperación gradual gracias a tasas de interés más bajas y mayor inversión. El Banco de la República controla la emisión de monedas de 50, 100, 200, 500 y 1.000 pesos, diseños que aluden a la rica biodiversidad nacional, como el oso de anteojos en la de 50 pesos, la guacamaya bandera en la de 100, la rana de cristal en la de 200, la tortuga caguama en la de 500 —esta última bimetálica al igual que la de 1.000—; cabe recordar que la moneda de 1.000 pesos circuló entre 1996 y 2002, pero fue retirada por su facilidad para ser falsificada.
Estos elementos configuran un panorama económico para 2025 donde, pese a las incertidumbres internas y externas, se espera una senda de recuperación moderada para el peso colombiano y el conjunto de la economía nacional.
