Exmiembro de Los R-15 revela modus operandi y robos en seis ciudades; preso en Palmira.

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La Veintitrés de Manizales presenta un reportaje base en el testimonio de Charles Narváez, exintegrante de la banda Los R-15, también conocida como Los banqueros, quien revela el modus operandi de la organización y detalla robos a bancos y a carros de valores cometidos en al menos seis ciudades entre 1995 y principios de la década de los 2000, con ganancias estimadas en más de 20.000 millones de pesos. Actualmente está preso en Palmira tras más de 14 años de condena y ha publicado su memoria, un libro titulado Mis memorias. Banda Los R-15, la Verdadera Historia, que además fue objeto de una entrevista en el videopodcast Conducta Delictiva.

En su relato, Narváez describe a un grupo extremadamente organizado que ingresaba a sucursales con vestimenta formal, haciéndose pasar por ingenieros o ejecutivos para ganar la confianza de las víctimas. El escape se lograba con motocicletas de alto cilindraje y la planeación de cada golpe podía durar semanas, aunque la ejecución se realizaba en minutos. Entre los crímenes registrados destaca un robo a un carro de valores en el año 2000 por casi 9.000 millones de pesos y un asalto a una sucursal frente al Chipichape de Cali por aproximadamente 600 millones. En total, la banda habría operado en al menos seis ciudades y el ritmo de los golpes oscilaba entre dos y cuatro por año. Narváez resalta que los primeros golpes marcaron un punto de quiebre, luego de una carrera delictiva que lo acompaño desde la juventud.

El modus operandi, la trayectoria y el contexto

El relato de Narváez sitúa la operación dentro de un marco de disciplina y camuflaje social, donde el grupo privilegiaba una presencia adecuada, un lenguaje claro y una organización que respondía a reglas estrictas. Narváez describe que el grupo necesitaba que sus integrantes mostraran serenidad y presencia para concluir un atraco con rapidez, a la vez que eran cuidadosamente seleccionados por su capacidad de mantener la calma y la reputación ante posibles víctimas o autoridades. Tras la captura, la historia dio un giro radical: entraron en la cárcel ya con problemas y, días después, comenzaron a surgir informaciones sobre el valor de su banda dentro del penal, lo que elevó la tensión y obligó a reforzar la seguridad de los integrantes. Narváez afirma que su vida tomó un rumbo de reflexión al enfrentarse a la posibilidad de perderlo todo y a la necesidad de empezar de nuevo, incluso cuando la memoria de los golpes sigue presente. Además, el exmiembro señala que la memoria de su vida delictiva y su proceso de resocialización han sido motivos centrales para la escritura de su libro, que hoy circula en plataformas como Amazon y Mercado Libre.

«(…) desde allí empiezo, sin quererlo, a prepararme delictivamente desde niño, porque mi papá en esa vida que llevaba, porque él robaba, me enseñó un poco de lo que sabía. Cuando nosotros el fin de semana íbamos a visitarlo, él aprovechaba y nos decía a mi hermano y a mí que lo acompañáramos, pero más que todo a mí. Decía que iba a recoger unas cosas para volverlas a traer. Nosotros primero, en la inocencia, íbamos, la sacábamos y traíamos, pero ya como a los 10 años empezamos a comprender que era robar» – Charles Narváez, exintegrante de Los R-15

Contextualmente, Narváez formó parte de Los R-15, banda que utilizaba un alto grado de disciplina y camuflaje social para robar bancos y vehículos de valores. En el periodo reciente, otorgó una entrevista para el videopódcast Conducta Delictiva y publicó el libro Mis memorias. Banda Los R-15, la Verdadera Historia, del que se desprende un retrato de la estructura de la organización y su impacto, además de la experiencia de violencia y prisión que ofrece información relevante para comprender perfiles de exmiembros y posibles estrategias de reinserción social. Narváez está trasladado a Palmira y ha recibido amenazas en prisión por sus vínculos con Los R-15, lo que agrega un nuevo capítulo a su historia de vida marcada por la delincuencia y la búsqueda de paz.

Según las cifras recogidas en su relato, las ganancias superaron los 20.000 millones de pesos entre 1995 y los años de mayor actividad, y el robo a un carro de valores en 2000 dejó una cifra cercana a 9.000 millones. El asalto a Chipichape, con una valoración de alrededor de 600 millones, da continuidad a la cronología de ataques que afectaron al menos seis ciudades, con una frecuencia de dos a cuatro golpes por año. Narváez señala que fue capturado a los 25 años y que pasó más de 14 años en prisión, periodo durante el cual, según sus palabras, el tráfico de influencia dentro del penal estuvo marcado por el poder de la banda y por las amenazas que recibió. En su testimonio señala que la entrada a la cárcel fue el inicio de un nuevo capítulo, que para él implica una vida distinta, con una búsqueda de paz y una reconstrucción de su identidad a través de la escritura.

Con su historia, Narváez no sólo aporta un testimonio directo sobre el modus operandi de Los R-15, sino que también ofrece un marco para entender los procesos de reinserción de exconvictos y las circunstancias que pueden favorecer la paz tras una vida de delitos. Su libro Mis memorias. Banda Los R-15, la Verdadera Historia se encuentra disponible en diferentes plataformas digitales, y su experiencia reciente en Palmira, con las amenazas recibidas por su pasado, subraya la persistente huella de una historia que aún genera debate en Cali, Palmira y Jamundí, donde se mencionan movimientos y contextos relacionados con la banda.

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