Desde Pasto, en el departamento de Nariño, se confirmó que Magda Patricia Muñoz, de 44 años, falleció tras permanecer cinco días internada en la Unidad de Cuidados Intensivos luego de recibir impactos de arma de fuego durante un ataque perpetrado por su exesposo, Ariel Mora Rodríguez, coronel retirado del Ejército Nacional, en una pizzería situada en la avenida de los Estudiantes la noche del 31 de octubre. En ese mismo episodio perdió la vida su hijo Sebastián Mora Muñoz, estudiante de Medicina en la Fundación Universitaria San Martín de Pasto, y el agresor se quitó la vida en un taxi al intentar huir.
Los hechos ocurrieron en Halloween, cuando Mora Rodríguez citó a Magda Muñoz y a Sebastián Mora Muñoz a una reunión familiar en el local. Tras abrir fuego, el atacante huyó del lugar en un automóvil de servicio y, dentro del vehículo, terminó quitándose la vida. En el marco de este caso, el sepelio de Sebastián Mora Muñoz y de su padre, Ariel Mora Rodríguez, se llevó a cabo el 4 de noviembre. La Fiscalía avanza en la reconstrucción de la cronología de los hechos y en la evaluación de posibles cargos por feminicidio, en medio de un contexto de violencia intrafamiliar que persiste en la región.
La investigación avanza y el llamado a reforzar políticas de prevención
La Fiscalía continúa los trabajos para esclarecer la secuencia de acontecimientos y determinar si el hecho constituye feminicidio, dentro de un marco de violencia intrafamiliar que rodea este caso. Se confirmó que Magda Patricia Muñoz tenía 44 años y que su hijo, Sebastián Mora Muñoz, estudiaba Medicina; el recuento de víctimas integra también al agresor, elevando la cifra a tres fallecidos. A medida que avanzan las investigaciones, la comunidad regional expresa su rechazo a la violencia contra la mujer y exige fortalecer las políticas de prevención en la zona.
«Él estaba muy deprimido por circunstancias de la vida» – Nery Rodríguez, abuela materna de Sebastián Mora Muñoz y madre de Ariel Mora Rodríguez
Testimonios de testigos describen la escena de terror que se vivió en la pizzería y la llegada tardía de ambulancias y de la Policía, lo que subraya la necesidad de respuestas más efectivas en la atención de emergencias y en la protección de las víctimas. En este marco, las autoridades reiteran su compromiso con la erradicación de la violencia de género y con la implementación de medidas preventivas que reduzcan riesgos para familias enteras en la región.
