El confeso asesino Julián Eduardo Cifuentes Gómez llegó a Bogotá el 20 de noviembre de 2025 tras ser extraditado desde Francia y fue recibido por Migración Colombia en el Aeropuerto Internacional El Dorado. Esta llegada marca un momento decisivo en la investigación por el asesinato del sacerdote Darío Valencia Uribe, ocurrido el 25 de abril de 2024 en Pereira, y cuyas circunstancias quedaron registradas en un complejo rastro que terminó con la detención del presunto responsable en Francia gracias a una circular azul de Interpol. Valencia Uribe tenía 59 años cuando desapareció y su caso estremeció a la comunidad local: cámaras lo ubicaron reuniéndose con un hombre para vender su camioneta, y días después esa camioneta fue encontrada en un parqueadero de Viterbo con impactos de bala y manchas de sangre. El cuerpo del sacerdote fue localizado, a 40 metros de profundidad, en la vereda La Cascada, Belalcázar (Caldas).
La Fiscalía detalló que Cifuentes será judicializado en Colombia por homicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego. La extradición fue coordinada entre Migración Colombia, autoridades francesas e Interpol, utilizando la circular azul para facilitar la detención en el aeropuerto Charles de Gaulle de París y el traslado inmediato a territorio colombiano. A su llegada, el detenido fue puesto a disposición de las autoridades judiciales para iniciar el proceso de legalización de su captura ante un juez de control de garantías y, posteriormente, imputación de cargos. En este marco, las investigaciones apuntan a definir si procede una medida de aseguramiento en centro carcelario mientras avanza la fase de investigación y la eventual defensa penal.
La extradición culmina y la judicialización inicia en Colombia
Con la llegada de Cifuentes a la capital, se aguarda la continuación del caso en los estrados colombianos: la Fiscalía imputará cargos por homicidio del sacerdote Darío Valencia Uribe y se decidirá si procede una medida de aseguramiento. El expediente, que ya contiene la desaparición del clérigo ocurrida en Pereira y la posterior localización de su cuerpo, conecta la investigación con la trayectoria del sospechoso en Francia, donde fue capturado al intentar ingresar a París gracias a la circular azul de Interpol. En la práctica, este paso coloca a Colombia en la fase de judicialización y permite que el proceso siga su curso ante la justicia del país.
«Desde Migración Colombia hemos actuado en coordinación permanente con las autoridades francesas e Interpol para garantizar que esta persona fuera entregada de manera segura y conforme a todos los estándares legales. Nuestro equipo verificó plenamente su identidad, ejecutó los controles migratorios correspondientes y aseguró el traslado inmediato a las autoridades colombianas» – Gloria Arriero, Directora General de Migración Colombia
«Ya se tiene conocimiento pleno de que las autoridades francesas han autorizado la extradición (…). En este momento está a la espera de los trámites entre una comisión de la Policía Nacional y la Interpol para que vayan hasta Francia y recojan a la persona que será judicializada acá en Colombia. Se espera que en diciembre esto ya se efectúe» – Renato Marín, abogado de la Diócesis de Pereira
En síntesis, la llegada de Julián Eduardo Cifuentes Gómez a Bogotá representa la culminación de un proceso de extradición que, tras la colaboración entre entidades colombianas y francesas y la implementación de estándares internacionales de cooperación, abre la etapa de judicialización en Colombia por el asesinato del sacerdote Darío Valencia Uribe. A partir de ahora, la Fiscalía impulsará la imputación de cargos y definirá las medidas de seguridad necesarias mientras se avanza en la investigación y se determina la eventual medida de aseguramiento durante el periodo de indagación.
















