Desde La Veintitrés Manizales informamos sobre el fallecimiento de alias Yeny Lara, cercana colaboradora de Iván Mordisco dentro de las disidencias de las Farc, un hecho que las autoridades atribuyen a disputas internas y no a un ataque militar. Lara murió el 1 de octubre, alrededor de las 16:00 horas, mientras prestaba labores humanitarias en un hospital móvil cuyas instalaciones no han sido detalladas.
Las investigaciones señalan que la muerte no guarda relación con acciones de las Fuerzas Militares, sino que obedecía a un plan interno elaborado por otros integrantes de la misma disidencia. En un contexto de desconfianza, disputas de liderazgo, celos y tensiones derivadas de rivalidades personales, la versión difundida por la disidencia de Iván Mordisco, que hablaba de un ataque durante esas labores, fue rechazada por el Ejército como incorrecta. El grupo afirmó haber ocurrido el ataque el 1 de octubre y describió, entre otros elementos, “toneladas de bombas”. Miembros del departamento de inteligencia del Ejército han rechazado esa información difundida por las disidencias, subrayando que no corresponde a la realidad de los hechos.
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Desarrollo con información específica sobre la versión oficial y las contradicciones que emergen entre las disidencias y las autoridades. La explicación oficial sugiere que Lara cayó en medio de tensiones internas y no en un enfrentamiento directo con fuerzas del Estado, lo que añade un componente de desinformación en la narrativa pública.
«El 1 de octubre, alrededor de las 16:00 horas, fue atacada cobardemente. Mientras se disponía a cumplir con su deber humanitario atendiendo a enfermos en su hospital móvil, la fuerza aérea, el ejército y la policía lanzaron sobre ella toneladas de bombas» – Grupo armado disidente de las Farc, Vocero
El contexto de estas noticias señala que la muerte de Yeny Lara no se vincula a acciones de las Fuerzas Militares, sino a un plan interno de la disidencia. La existencia de narrativas opuestas, y el rechazo explícito del Ejército a la versión difundida por los disidentes, revelan tensiones internas que deben ser observadas con cautela para evitar la propagación de desinformación en un conflicto marcado por desconfianzas y rivalidades internas.
















