FANB destruye dos campamentos logísticos de Tancol en Amazonas, Venezuela, y confisca material bélico

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En una operación de la FANB desplegada en la región selvática del estado Amazonas, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana destruyó dos campamentos logísticos vinculados a los Terroristas Armados Narcotraficantes de Colombia, conocidos como Tancol, en un operativo que coincide con el despliegue de buques de guerra de Estados Unidos en el Caribe y en medio de acusaciones sobre posibles nexos entre esos grupos y altos cargos del gobierno de Nicolás Maduro. La acción permitió la incautación de municiones para fusiles de asalto, chalecos tácticos, gasolina, vehículos todo terreno y panfletos insurgentes, entre los que se hallaron folletos del ELN, según los informes oficiales. La fecha exacta de la operación no se especifica en la información disponible. Reporta el detalle La Veintitrés Manizales, desde la corresponsalía en la región, que la operación contó con la orientación y presencia de los principales mandos de la FANB y se ejecutó bajo un marco de seguridad fronteriza y lucha contra el narcotráfico.

El operativo fue coordinado por el Comando Estratégico de la FANB y estuvo encabezado por el general Domingo Hernández Lárez; le acompañó el ministro de Defensa Vladimir Padrino López y el presidente Nicolás Maduro Moros, cuyas autoridades han defendido la necesidad de reforzar la frontera ante la acción de grupos armados ilegales. En el marco de la acción, además de la destrucción de los dos campamentos, se interceptó y destruyó una aeronave Cessna 310 que violó el espacio aéreo venezolano; la aeronave habría partido de las islas del Caribe, iba sin transponder y fue considerada un blanco de interés para la defensa aérea. Las autoridades señalan que la aeronave formaba parte de operaciones de cruce fronterizo ilícito y su neutralización se realizó conforme a los protocolos de defensa. El reporte destaca que la intervención ocurre en un contexto de presencia de buques de guerra estadounidenses en el Caribe desde agosto, lo que añade un componente de tensión regional y de escrutinio sobre las relaciones entre Caracas y Washington. La operación subraya la continuidad de la política fronteriza y la lucha contra el crimen organizado en la frontera sur, además de las recientes acciones contra disidencias de las antiguas Farc.

La frontera sur como escenario de seguridad y fricción regional

Antecedentes aportados por las autoridades detallan que el ministro Padrino López ya había adelantado que se ejecutaron acciones semejantes en los estados Bolívar y Zulia, en el marco de la campaña para combatir a disidencias y redes narcotraficantes vinculadas a la antigua guerrilla de las Farc. El hecho de hoy se inserta en un contexto de mayor presencia militar externa en la región y de debates sobre la cooperación entre grupos armados y posibles vínculos institucionales, lo que ha generado un arañazo diplomático con Estados Unidos. A nivel práctico, las autoridades señalan que la frontera sur venezolana continúa siendo una ruta de cruce para actividades delictivas y insurgentes, y que la respuesta de la FANB busca reforzar la seguridad, evitar la consolidación de campamentos logísticos y desarticular redes que operan en la región selvática.

«Apenas una mínima fracción de la droga producida en Colombia pasa por nuestro territorio» – Nicolás Maduro Moros, Presidente de Venezuela

En la evaluación general, la acción refuerza la postura venezolana de controlar la frontera y enfrentar al crimen organizado transnacional mientras persisten las tensiones diplomáticas con Estados Unidos por la presencia militar y las acusaciones de vínculos con el narcotráfico. El despliegue de medios y la interceptación de la aeronave Cessna 310 figuran entre los elementos que, según la FANB, demuestran la determinación de Caracas para vigilar y frenar cualquier intento de cruce irregular que pudiera financiar reclutas y operaciones insurgentes en la región.

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