En La Unión, Valle del Cauca, se registró un femicidio que mantiene en estado de shock a la comunidad: Hernando de Jesús Suárez Hernández, de 47 años, quien había salido de prisión hace pocos meses con libertad condicional tras cumplir una condena por concierto para delinquir, habría decapitado a su expareja, Diana Carolina Serna, frente al restaurante donde Serna trabajaba. El hecho ocurrió tras la liberación del agresor y, según el relato difundido en el videopódcast Más allá del silencio, la víctima cayó a unos 20 metros del lugar de la agresión.
La convivencia entre Serna y Suárez duró apenas dos meses; luego la relación continuó a distancia. Testimonios señalan un perfil celoso y posesivo y antecedentes de maltratos verbales y psicológicos. Serna, madre de una hija adolescente de 15 años, trabajaba en un restaurante y buscaba mantener una vida estable, mientras Suárez había sido condenado por concierto para delinquir, con una pena de seis años que fue reducida a tres, para luego obtener libertad condicional. La condena total impuesta por la justicia supera los cuarenta años de prisión, lo que refleja la gravedad de los hechos y el impacto emocional para la familia de Serna.
Detalles del relato y el contexto judicial
El relato de los hechos quedó registrado en el videopódcast Más allá del silencio, con detalles sobre la planificación, la ejecución y la situación de libertad condicional que facilitó el crimen. La entrevista y las informaciones se difundieron también en Instagram, con crédito al IPN (Instituto de Pedagogía Nacional) en la mención de la entrevista, subrayando la forma en que la justicia y la sociedad abordan casos de violencia contra las mujeres.
«Le conté a una amiga lo que iba a hacer» – Hernando de Jesús Suárez Hernández
«Yo empiezo a notar que ella está muy esquiva. Lo empiezo a notar. Yo le hago las preguntas a ella de por qué está así, porque esa actitud conmigo. Ella me dice que no, que se va a dedicar a su hija, porque están en preparativos para una fiesta que le va a hacer a su hija. La niña cumplía 15 años. Ahí empiezo yo a tener pensamientos contrarios a lo que es el amor» – Hernando de Jesús Suárez Hernández
«Se me venían cualquier cantidad de pensamientos. Que estaba con otro, que salía con otro; incluso, que se acostaba con otro. Sin embargo, no puedo decir nada malo sobre ella porque nunca la vi, nunca sospeché ni nada. Simplemente, que en ese pensamiento no había una justificación o razón» – Hernando de Jesús Suárez Hernández
«Salí de la iglesia, porque terminó el culto, y empezó mi zozobra. Ese día yo no probé alimentos. Ese día yo no tuve tranquilidad, no pude dormir, solo con un pensamiento, de que amaneciera el lunes para yo poder hacer mi acción. Esperarla en cierto sitio, porque le conocía su recorrido, sus horarios, no podía haber fallas, en mi pensamiento no podía haber un mínimo de falla, porque no soportaba tener estos sentimientos. Todo me salió según lo planeado» – Hernando de Jesús Suárez Hernández
«Me toca correr para alcanzarla, ella va caminando. Cuando ella voltea hacia atrás a mirar, ya me ve prácticamente ahí con ella. Ella en su trote, yo le lanzo un machetazo, se puede decir, en el cuello. Pero, entonces, yo veo que esa herida es como superficial; de que no se ha concretado. Finalmente, ella cae unos 20 metros del sitio donde ella trabajaba» – Hernando de Jesús Suárez Hernández
Este caso reaviva el debate sobre la eficacia de las medidas de control y vigilancia de agresores con historial de violencia, así como sobre la protección de las víctimas y sus familias. La cobertura se basa en entrevistas y en la difusión del relato en el videopódcast Más allá del silencio y en la difusión que se dio en Instagram, con crédito al IPN en la mención de la entrevista, subrayando la necesidad de una respuesta judicial y social más contundente para Diana Carolina Serna y su hija de 15 años.

















