La Fiscalía desmanteló en Palermo, Huila, un centro clandestino de procesamiento e incineración de huesos, incautó más de 1.000 bultos de polvo óseo destinados a la fabricación de productos de limpieza, suplementos agrícolas y alimentos para animales, y detuvo a seis personas; el polvo habría sido comercializado a través de una empresa con sede en Bogotá. Durante un operativo de registro y allanamiento, fechas no especificadas en la información disponible, las autoridades decomisaron un horno de combustión artesanal, tres calderos, un tanque de descebo y dos motores, entre otros elementos.
La intervención evidenció una red operando en condiciones insalubres y sin control técnico, en la que restos de huesos bovinos y porcinos eran triturados y sometidos a incineración para generar polvo destinado a la fabricación de productos de limpieza, suplementos agrícolas y alimentos para animales. La Fiscalía vinculó el polvo a una empresa bogotana dedicada a esas actividades; se continúan los análisis técnicos y la custodia de los elementos incautados.
En Tarso, Antioquia, trabajadores de la finca Providencia hallaron dos bolsas negras con restos humanos; la Policía Sijín llevó a cabo la inspección técnica del cadáver desmembrado y reunió pruebas, mientras las autoridades analizan posibles móviles y responsables, con hipótesis que apuntan a disputas por microtráfico y la influencia de bandas criminales en la región.
El hallazgo ocurrió el domingo 31 de agosto de 2025, alrededor de las 6:20 p.m., en la vereda Canaán del municipio de Tarso, cuando los empleados de la finca descubrieron las bolsas y la Sijín levantó el cadáver para diligencias de recolección de evidencia.
«la confrontación entre bandas vinculadas al control del microtráfico en la región podría relación con este tipo de hechos.» – Luis Eduardo Martínez, secretario de Seguridad de Antioquia
El contexto regional señala una zona con influencia del Clan del Golfo y Los Pachecos, con antecedentes de violencia vinculados al microtráfico; la investigación busca establecer responsables y móviles, con diligencias policiales y análisis forenses en curso.
En ambos casos, las autoridades destacan el riesgo ambiental y de seguridad asociado a estas prácticas y mantienen la vigilancia para evitar nuevos delitos, mientras continúan las investigaciones para esclarecer responsabilidades y prevenir futuras incisiones criminales en estas zonas.
