Las autoridades colombianas intensifican la búsqueda internacional de Zulma Guzmán Castro, una empresaria bogotana de 54 años dedicada a la comercialización de carros eléctricos, presunta responsable del envenenamiento con talio de dos menores en Bogotá. El caso se remonta al 3 de abril de 2025, cuando alrededor de las 6:30 p.m. un mensajero domiciliario entregó frambuesas contaminadas como obsequio a la residencia de la familia De Bedout, ubicada en un edificio próximo al parque de la 93. Las pistas iniciales apuntaron a Buenos Aires, Argentina, pero ahora sitúan a la sospechosa posiblemente en Europa, con una circular roja de Interpol activada desde mediados de octubre.
Las víctimas fatales fueron las menores Emilia Forero e Inés de Bedout, mientras que una tercera niña permanece en estado crítico. La Fiscalía colombiana analiza cuatro teléfonos celulares, mensajes de WhatsApp de texto y voz, testimonios y grabaciones de cámaras de seguridad para ubicar a Guzmán Castro y esclarecer el envenenamiento. El mensajero identificó que recibió las frambuesas de una mujer amiga íntima de la sospechosa, tras una primera visita fallida y una segunda entrega exitosa. Además, la investigación vincula el edificio con un hombre dedicado a servicios espirituales y mentalismo, y rastrea llamadas recibidas por el mensajero.
Avances en la pesquisa y rastros de talio en la familia
La familia De Bedout ha sido el centro de esta tragedia, con Juan De Bedout, padre de una de las menores, y otro de sus hijos presentando rastros de talio en sangre, a pesar de no haber tenido contacto con las frambuesas envenenadas, lo que sugiere un envenenamiento previo y más extenso. Fuentes con acceso al caso revelaron a El Tiempo detalles clave de la investigación, mientras que nuevos datos incluyen verificación de llamadas desde Argentina y testimonios del mensajero sobre la cadena de entrega.
“Se están revisando mensajes de Whatsapp que puedan encajar tanto en la investigación por el caso de envenenamiento de las dos menores como en el de la ubicación de la señora Guzmán Castro”
Fuentes con acceso al caso, a El Tiempo
“Juan de Bedout y otro de sus hijos, que no tuvieron contacto con las frambuesas envenenadas, presentan rastro de talio en sangre. Lo que quiere decir que el envenenamiento viene desde mucho antes de estos hechos”
Fabio Humar, abogado representante de Juan De Bedout
Guzmán Castro, quien niega cualquier nexo en un mensaje atribuido a ella, gestiona representación legal en el extranjero, según reportes de Noticias Caracol y El Tiempo. La Fiscalía continúa la cacería global con apoyo de Interpol, en un caso que ha conmocionado a Bogotá por su brutalidad y las implicaciones de un obsequio mortal que desató síntomas de intoxicación letal en la familia afectada.
