Fitch Ratings, la reconocida agencia calificadora de riesgos, rebajó la calificación de riesgo emisor de largo plazo en moneda extranjera de Colombia a ‘BB’ desde ‘BB+’, manteniendo una perspectiva estable. Esta decisión se basa en una revisión detallada de los déficits fiscales persistentes del país, la ausencia de un ancla fiscal ampliamente reconocida por los mercados, la rigidez en el gasto público y las restricciones políticas que limitan la implementación de medidas tributarias efectivas, lo que afecta el perfil de deuda soberana.
El recorte refleja preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal de Colombia, que se encuentra por debajo del promedio de sus pares emergentes. Aunque el país muestra cierta resiliencia económica gracias a un banco central independiente, enfrenta limitaciones significativas como una deuda elevada en relación con el PIB, déficits fiscales altos, una creciente carga de intereses y una dependencia pronunciada de las materias primas para sus ingresos.
Contexto político y fiscal adverso
Esta calificación llega en un momento de tensiones políticas, tras el rechazo en el Congreso de la nueva reforma tributaria propuesta por el gobierno del presidente Gustavo Petro. Además, persisten dudas sobre la consolidación fiscal una vez pasadas las elecciones de 2026, lo que sugiere que el endeudamiento gubernamental continuará en ascenso en el corto y mediano plazo.
José Ignacio López, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), expresó su lamento por esta rebaja en la calificación crediticia del país, subrayando las implicaciones para la confianza de los inversionistas.

















