El Gobierno colombiano, a través del ministro de Trabajo Antonio Sanguino, otorgó un plazo de 48 horas para decidir junto al presidente Gustavo Petro si se extiende un segundo tiempo en la negociación del salario mínimo para 2026, que iría desde el 18 hasta el 30 de diciembre, con el fin de cerrar la brecha de más de nueve puntos porcentuales entre las propuestas de trabajadores y empresarios. Esta decisión surge en medio de una tensión máxima en la mesa de concertación nacional, donde las centrales obreras piden un aumento del 16 por ciento, equivalente a unos 1.650.000 pesos, mientras los empresarios ofrecen solo el 7,21 por ciento, lo que dejaría el salario en alrededor de 1.525.000 pesos, generando una diferencia superior a los 180.000 pesos.
La negociación, que se ha desarrollado en Colombia bajo el principio de consenso impulsado por el Gobierno desde el inicio del proceso, podría culminar en un decreto presidencial si no hay acuerdo antes del 30 de diciembre. Sanguino, en entrevista con 6AM de Caracol Radio, enfatizó que la decisión final consideraría la ley 278 de 1996, los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), así como variables macroeconómicas como la inflación del 5,2 por ciento, el crecimiento del PIB del último trimestre en 3,6 puntos, la tasa de desocupación del 8,2 por ciento y el incremento acumulado del salario mínimo durante el actual Gobierno, que alcanza el 37,6 por ciento.
El ultimátum de 48 horas
En estas próximas 48 horas, el Ejecutivo evaluará la voluntad de las partes para acercar posiciones, ya que las propuestas actuales están relativamente distantes, con una diferencia casi del doble. El ministro Sanguino lamentó la ausencia sistemática de Fenalco, cuyo presidente Jaime Alberto Cabal no ha asistido a las mesas, calificándolo de comportamiento más propio de un opositor político que de un vocero gremial, pese a que el sector comercio es el más impactado directamente por el ajuste salarial.
“En estas 48 horas decidiremos con el presidente si damos este segundo tiempo, que arrancará pasado mañana (18 de diciembre) hasta el 30 de diciembre, para darnos la posibilidad de que el incremento sea resultado de un consenso, como lo ha querido el gobierno nacional desde un inicio”
Antonio Sanguino, ministro de Trabajo
El Gobierno insiste en fórmulas que aproximen las posturas, considerando que los indicadores económicos recientes deberían facilitar un pacto antes del 30 de diciembre, y se empeñará en esa dirección para evitar el decreto, que incorporaría inflación causada y esperada, productividad y el aporte de los salarios al PIB.
“El acuerdo depende de la voluntad de las dos partes y de la capacidad que podamos tener desde el Gobierno para presentar fórmulas que aproximen las dos propuestas que son, como lo saben ustedes, relativamente distantes. Casi el doble es la diferencia”
Antonio Sanguino, ministro de Trabajo
“Esos números deberían ayudar a que lográramos un acuerdo antes del 30 de diciembre. Y en eso nos vamos a seguir. Vamos a seguir insistiendo y vamos a empeñarnos en que eso pueda ser posible”
Antonio Sanguino, ministro de Trabajo
Críticas a la ausencia gremial
La falta de participación de Fenalco ha sido un punto de fricción evidente, ya que los comerciantes recibirían el impacto inmediato del nuevo salario, pero su presidente ha priorizado posiciones políticas sobre el diálogo gremial, según Sanguino. Ante la posibilidad de decreto, el ministro evitó adelantar cifras específicas, priorizando las salvedades de las partes en este plazo decisivo.
“Los únicos que no han asistido han sido los amigos o los voceros de Fenalco, cosa que yo lamento, porque si algo es evidente en esta discusión es que el sector que de manera directa e inmediata recibe el impacto del incremento del salario mínimo es el sector de los comerciantes. El señor Jaime Alberto Cabal se comporta en la mayoría de los casos como un opositor político que como un vocero gremial”
Antonio Sanguino, ministro de Trabajo
“Vamos a tener en cuenta, por supuesto, lo que establece la ley 278, que es una combinación de la inflación causada, la inflación esperada para el año entrante, la productividad, el aporte de los salarios a las cuentas nacionales al producto interno bruto”
Antonio Sanguino, ministro de Trabajo
“No me quiero arriesgar a proponer ninguna cifra porque, repito, para el Gobierno lo más prudente es esperar las salvedades de las partes en estas 48 horas”
Antonio Sanguino, ministro de Trabajo
Esta negociación reviste importancia crucial para trabajadores, empresarios, comerciantes y la economía nacional, ya que un acuerdo consensuado preservaría el diálogo social, mientras un decreto podría generar tensiones adicionales en un contexto de recuperación macroeconómica moderada, con posibles repercusiones en empleo, inflación y competitividad.

















