El Gobierno de Colombia, liderado por el presidente Gustavo Petro, decretó este año el salario mínimo para 2026 en 1.750.905 pesos, lo que representa un aumento del 23,7 por ciento, el mayor registrado en la historia reciente del país en una sola vigencia. Este ajuste incluye un auxilio de transporte de 249.095 pesos, elevando el ingreso mínimo total a exactamente 2 millones de pesos, una medida que entrará en vigencia a partir de enero de 2026 y que impactará directamente a más del 80 por ciento de los trabajadores formales en Colombia, quienes devengan este salario base.
La decisión del Gobierno Nacional genera controversia entre los gremios empresariales como Andi, Fenalco y Anif, que advierten sobre un impacto significativo en los costos fijos de las empresas, tales como salarios, alquileres, mantenimiento e impuestos, lo que podría traducirse en aumentos de precios entre el 15 y el 20 por ciento en bienes y servicios. Según proyecciones, cada punto porcentual de aumento genera un gasto público adicional de 400.000 millones de pesos, afectando especialmente sectores como la seguridad privada y servicios esenciales de vigilancia, donde se anticipan recortes de costos, despidos, automatización y hasta cierres de empresas.
Gremios empresariales critican el «populismo» del decreto
Las reacciones no se hicieron esperar por parte de los líderes del sector privado, quienes cuestionan la sostenibilidad de este incremento prácticamente quintuplica la inflación proyectada, según un reporte de La República. Camilo Cuervo, socio de Holland & Knight, enfatizó que varias empresas no tienen literalmente cómo pagar la nómina de enero y que esta medida generará más problemas de los que pretende solucionar.
«prácticamente quintuplica la inflación»
Camilo Cuervo, socio de Holland & Knight
«más del 80% de los trabajadores formales en Colombia devenga salario mínimo»
Camilo Cuervo, socio de Holland & Knight
Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, calificó el decreto como una farsa y una burla institucional para el sector productivo del país, argumentando que las improvisaciones del Gobierno no las paga el Estado, sino el pueblo con desempleo, informalidad y carestía, lo que resultará inevitablemente en menos empleo, más informalidad y el cierre de empresas en todo el país.
«el aumento de una cifra de más de 20% agravará el principal problema del mercado laboral en el país, la informalidad»
José Ignacio López, presidente de Anif
Por su parte, José Ignacio López, presidente de Anif, alertó que muchas empresas optarán por automatizar o reducir contratación, mientras que las más pequeñas se irán a la informalidad. Bruce Mac Master, presidente de Andi, fue aún más contundente al describir la medida como uno de los mayores actos de populismo en la historia de Colombia, al afectar variables como la inflación, el empleo, la informalidad, la competitividad y la tasa de interés, con el fin de mostrarse generoso utilizando recursos que terminarán pagando las pymes, empresas medianas y formales.
«afectar variables como la inflación, el empleo, la informalidad, la competitividad y la tasa de interés con el fin de mostrarse generoso, utilizando recursos que terminarán pagando las pymes, las empresas medianas y las empresas formales, constituye sin duda uno de los mayores actos de populismo en la historia de Colombia»
Bruce Mac Master, presidente de Andi
En un contexto donde este es el mayor incremento salarial decretado en una sola vigencia en la historia reciente, los analistas coinciden en que el ajuste podría exacerbar la informalidad laboral y presionar la economía nacional, dejando en vilo el futuro del empleo formal en Colombia ante los desafíos que enfrentan las empresas para absorber estos costos elevados.
