El próximo 9 de diciembre marcará un hito en las negociaciones salariales de Colombia, cuando las partes involucradas en la mesa tripartita de concertación del salario mínimo para 2026 presentarán oficialmente sus propuestas centrales. Este evento coincide con la entrega de los indicadores macroeconómicos por parte del Ministerio de Hacienda, el Banco de la República y el DANE, en un esfuerzo conjunto que incluye al Ministerio de Trabajo, el Gobierno nacional, las centrales obreras y los gremios empresariales, todos reunidos bajo la Comisión de Concertación. Las propuestas se sustentarán en datos clave como la inflación acumulada, el pronóstico de inflación al cierre del año, la productividad, el PIB y los precios al consumidor reportados por el DANE.
Las negociaciones han iniciado ya con reuniones preliminares que han abordado los resultados económicos recientes, las proyecciones de inflación y el empleo formal, preparando el terreno para este día clave conocido como el ‘destape’ de propuestas, un paso habitual para avanzar hacia un posible acuerdo. En caso de no lograrse un consenso antes del plazo legal, la decisión final corresponderá al Gobierno nacional. Entre las cifras destacadas, el Gobierno propone un aumento del 13,3% para el salario mínimo de 2026, junto con un ajuste del 13% en el auxilio de transporte, elevándolo a 226.000 pesos.
Impacto y próximos pasos en la concertación
Estos ajustes salariales no solo afectan directamente a millones de trabajadores, sino que también repercuten en subsidios de vivienda, cuotas de mantenimiento, tarifas de salud y transporte, elementos esenciales para el costo de vida en el país. Las propuestas se evaluarán en reuniones adicionales programadas, con el objetivo de reducir diferencias y acercar posiciones basadas en un análisis riguroso de los indicadores macroeconómicos. Este proceso tripartito busca equilibrar la inflación, la productividad y el crecimiento económico para definir un salario mínimo justo y sostenible.
La expectativa en el sector obrero y empresarial es alta, ya que el resultado de estas deliberaciones definirá el panorama laboral para el próximo año en Colombia, en un contexto de recuperación económica postpandemia y desafíos inflacionarios persistentes.
