Gustavo Petro y Benedetti, y otros familiares, designados por OFAC en la Lista Clinton, Bogotá

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En la jornada del 24 de octubre de 2025, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció la inclusión en la Lista Clinton del presidente Gustavo Petro, de su ministro de Relaciones Exteriores, Armando Benedetti, y de otros miembros de su familia. La designación, sustentada en la Orden Ejecutiva 14059, apunta a presuntos vínculos que podrían contribuir a la proliferación internacional de drogas ilícitas o a sus medios de producción. La noticia fue comunicada desde Washington y, poco después, Petro rompió el silencio desde la Plaza de Bolívar en Bogotá para refutar las insinuaciones y asegurar que no ha cedido a propuestas mafiosas. Este despacho de La Veintitrés Manizales ofrece un relato detallado de las implicaciones de la medida y su posible repercusión en la política y la vínculo bilateral con Estados Unidos.

OFAC explicó que la medida se aplica conforme a la Orden Ejecutiva 14059 y se dirige a individuos y familiares que, presuntamente, participan en actividades o transacciones vinculadas con la proliferación de drogas ilícitas. La inclusión de Petro, Benedetti y otros familiares abre la posibilidad de sanciones que podrían afectar desde movimientos financieros y viajes hasta relaciones con instituciones financieras estadounidenses. La noticia ha generado distintas lecturas en la esfera política colombiana y ha puesto sobre la mesa preguntas sobre la cooperación bilateral y la frontera entre políticas internas y presiones externas.

Entre el contexto inmediato, se destaca que la acción de OFAC se vincula a acusaciones sobre presuntos vínculos con redes que producen o promueven drogas ilícitas, lo que explica el motivo de la designación. Con la noticia en curso, surgieron reacciones que oscilan entre el rechazo a cualquier intervención extranjera y la demanda de pruebas claras. El impacto podría manifestarse en tensiones diplomáticas y en un giro inesperado en las dinámicas de apoyo político, económico y estratégico entre Colombia y Estados Unidos.

Implicaciones y reacciones internacionales

La medida de OFAC, aunque es un instrumento de política exterior de Estados Unidos, genera un marco para debates y posibles respuestas en Colombia. Analistas y autoridades evalúan los posibles escenarios, desde sanciones adicionales hasta respuestas diplomáticas y ajustes en la cooperación en seguridad, lucha contra el narcotráfico y vínculos económicos. El hecho, que sitúa a Petro y su círculo en el centro de una contienda pública, añade presión a la gestión de la relación bilateral y a la agenda interna del gobierno colombiano.

«Gustavo Petro está siendo designado hoy de conformidad con la Orden Ejecutiva 14059 por haber participado o intentado participar en actividades o transacciones que han contribuido materialmente o representan un riesgo significativo de contribuir materialmente a la proliferación internacional de drogas ilícitas o sus medios de producción», se lee en el comunicado del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

«Le advertimos a Gustavo Petro sobre lo que vendría si no abandonaría su patético accionar. Ahora que coseche lo que ha sembrado. Sanciones para él y su familia. Y otros cuantos más que pronto se anunciarán. Saludos desde el Congreso de Estados Unidos», señaló Giménez. – Carlos A. Giménez, Congresista de Estados Unidos

«Yo nunca he cedido a propuestas mafiosas. Para mí ese tipo de expresiones no son más, sino la expresión típica de la mafia colombiana durmiendo en Miami, con sus aliados de la extrema derecha en la Florida, tratando de arrodillar a un presidente, porque no lo van a dejar hacer negocios en los Estados Unidos»

– Gustavo Petro, Presidente de Colombia

En conclusión, la decisión de OFAC sitúa a Colombia en un escenario de alta tensión y de vigilancia internacional, con posibles sanciones que podrían impactar a Petro, Benedetti y otros familiares. Las próximas semanas serán decisivas para ver cómo se despliegan las respuestas políticas y diplomáticas, y cómo la economía y la acción institucional del gobierno abordan un mandato de cooperación con Estados Unidos frente a estas acusaciones y a las dinámicas de la política transnacional.

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