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Héctor Gutiérrez Pabón: el obispo periodista que lo llamaban como “monseñor candelo”

Por GUILLERMO ROMERO SALAMANCA *

Era un hombre muy dinámico. No paraba de hablar. Daba unas disertaciones muy claras en sus celebraciones litúrgicas, en sus clases y en sus conversaciones con las personas.

De tez blanca, en extremo, rubio y por sus cachetes colorados –propios de las personas nacidas en el interior del país—fue llamado por los feligreses como “el padre candelo”, situación que a él le producía bastantes risas y contaba decenas de anécdotas sobre el tema y cuando lo nombraron obispo comentó en una rueda de prensa, “pues ahora me dirán monseñor Candelo”, como en efecto sucedió.

Monseñor Héctor Luis Gutiérrez Pabón nació en Cáqueza, muy cerca de Bogotá, el 17 de mayo de 1937.

Cursó sus estudios secundarios en el Seminario Menor de Bogotá y el ciclo de Filosofía y Teología en el Seminario Mayor de Bogotá.  Se graduó como Licenciado en Medios de Comunicación Social por la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y obtuvo el “Master” en la misma disciplina en la Loyola Marymount University, 1974.

Posteriormente se licenció en Teología Moral en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1980-1982).

Fue ordenado sacerdote, en Bogotá, el 22 de septiembre de 1962.

En el ejercicio del ministerio sacerdotal desempeñó los siguientes cargos como Superior del Preseminario, párroco de “Los Ángeles Custodios” de Bogotá, Director de la Oficina Arquidiocesana para los Medios de Comunicación Social, Director del Departamento de Medios de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal de Colombia, Profesor de Ética de la Comunicación Social en la Universidad de San Buenaventura de Bogotá, Capellán del Colegio Andino de Bogotá, Director del Programa televisivo “La Voz del Papa”, Profesor y Ecónomo del Seminario Mayor de San José de Bogotá.

El 17 de febrero de 1987 San Juan Pablo II lo nombró Obispo titular de Segia y Auxiliar de Cali.  Recibió la ordenación episcopal en la Catedral Primada de Bogotá, el 25 de marzo de 1987, pocos días antes de la visita del Pontífice a Colombia.

En 1992 fue nombrado Jefe de Prensa de la Visita de Su Santidad Juan Pablo II a Santo Domingo con ocasión de la IV Conferencia del Consejo Episcopal Latinoamericano – CELAM.

El 2 de febrero de 1998 Su Santidad Juan Pablo II lo trasladó a la Diócesis de Chiquinquirá, donde desempeñó un trabajo fundamental en el proceso de paz entre los esmeralderos de Boyacá.

  En el seno de la Conferencia Episcopal de Colombia formó parte del Comité Permanente.

En la XXIX Asamblea General del CELAM, celebrada entre el 13-16 de mayo de 2003 en Ituparal, en Paraguay, fue designado Director del Centro de Producciones de Radio y Televisión para América Latina y Jefe de Publicaciones del CELAM.

Por su gran desempeño en los medios de comunicación social fue presidente de la Comisión de Comunicaciones Sociales para América Latina, el Caribe y las Antillas del CELAM durante el periodo 2010-2011. Fue presidente de la Comisión de la Pastoral de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia y Miembro del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales desde el nombramiento que S.S. Benedicto XVI lo hizo el 05 de enero de 2010.

El 6 de agosto de 2003 el Santo Padre Juan Pablo II lo nombró Obispo de la Diócesis de Engativá.

Al cumplir los 75 años de edad, Monseñor Héctor Gutiérrez presentó su renuncia a la Santa Sede como Obispo de su Diócesis. El día 26 de junio de 2015, fue aceptada la renuncia al gobierno de la Diócesis de Engativá.

A partir de ese momento se dedicó al silencio, situación complicada para él que tanto hablaba y por la enfermedad que lo mantuvo alejado.

Hoy, en Colombia, a sus 92 años falleció el hombre que estuvo muy cerca de San Juan Pablo II y contribuyó con un trabajo impecable para que los medios de comunicación pudieran informar sobre esta visita y luego sobre los diferentes procesos de paz que acompañó.

Sus exequias se realizarán en Bogotá.

*Vía PANTALLAZOS NOTICIAS

Columna de opinión

Las opiniones expresadas en las columnas de opinión son de exclusiva responsabilidad de su respectivo autor y no representan la opinión editorial de La Veintitrés.

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