En el Cementerio Jardines Montesacro de Itagüí, la hija de un taxista asesinado por el Cartel de Medellín liderado por Pablo Escobar expresa su profundo reproche al ver que su padre reposa en el mismo lugar que el capo, cuya tumba se ha convertido en una atracción turística que recibe cientos de visitantes y ofrendas, mientras la lápida de su progenitor está partida a la mitad. Este testimonio forma parte del documental "La década del miedo: los años de Pablo Escobar", producido por Señal Memoria, que recopila declaraciones de sobrevivientes y familiares de víctimas en conmemoración de los 32 años de la muerte del narcotraficante, ocurrida el 2 de diciembre de 1993 en un operativo en el barrio Los Olivos de Medellín.
El taxista fue víctima de un robo de su vehículo, utilizado luego en un atentado con carro bomba, un hecho que ilustra las miles de muertes directas e indirectas atribuidas a Escobar, superando las 4.000. Mientras la tumba del líder del Cartel de Medellín, ubicada cerca de la capilla en la zona más exclusiva del camposanto con lápidas de mármol, alberga los restos de su madre, hermano, primo y último acompañante, las familias de las víctimas sienten el olvido. Guías turísticos como un adulto mayor que trabajó para la familia Escobar narran la historia a visitantes de Ecuador, Argentina, Holanda e Israel, atrayendo entre 200 y 300 personas cuando llegan en buses, especialmente en eventos como la Feria de las Flores.
El contraste entre el olvido y la idolatría
La hija del taxista relata con amargura cómo nadie comprendía inicialmente que un simple intento de robo de taxi pudiera derivar en asesinato, aunque era obvio en el contexto de los carros bomba que sembraban terror en esa época. Su padre yace en una sepultura descuidada, mientras a Escobar le llevan tabacos y ofrendas envueltas en prácticas que ella califica de magia negra. "Mi papá está enterrado en el mismo cementerio que Pablo Escobar, su lápida está partida a la mitad. Nosotros no vamos al cementerio, pero la gente sí va a visitar la tumba de Pablo Escobar, a él le llevan regalos, le llevan tabacos, qué tanta magia negra hacen con él", denuncia en el documental.
"Su lápida está hecha en mármol, tiene a toda su familia al lado de la iglesia, que son los terrenos más costosos. Se redimió"
Hija del taxista asesinado
El guía turístico, cuyo horario va de las nueve de la mañana a la una de la tarde, confirma el fenómeno: "Mi horario es de nueve a una, atiendo turistas todo el día. 200 o 300 cuando llegan en buses. En la fiesta de las flores estuvo mucha gente acá. De Ecuador, Argentina, Holanda, israelitas, vienen buses llenos y a mí me buscan, ya soy conocido". Este turismo morboso contrasta con las voces de políticos como el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quien impulsa una ley para prohibir productos alusivos a Escobar, en medio del estreno del documental que busca visibilizar a las víctimas olvidadas de esa década de violencia.
El reclamo de la hija subraya una herida abierta en la sociedad antioqueña, donde el mito del narco eclipsa el dolor de miles de familias, perpetuando un legado de terror ahora transformado en espectáculo turístico, según testimonios recopilados por Infobae y el material de Señal Memoria.

















