Miguel Ayala, hijo del reconocido cantante de música popular Giovanny Ayala, reveló en el pódcast Más Allá del Silencio, conducido por Rafael Poveda, los angustiantes detalles de los 14 días que pasó cautivo en la selva del Cauca junto a su mánager Nicolás Pantoja. El secuestro ocurrió tras una presentación en esa región, cuando ambos salían de Popayán rumbo a Cali y fueron embestidos por un vehículo, interceptados por encapuchados que los trasladaron a un cambuche donde los mantuvieron encadenados por pies y manos. Los captores exigían 7.500 millones de pesos, correspondientes a la plata de la presentación, y el rescate se materializó el 2 de diciembre gracias a un exitoso operativo del Gaula de la Policía Nacional.
El testimonio de Ayala describe un calvario marcado por condiciones inhumanas: dormían sobre plásticos húmedos, soportaban un frío intenso, comían raciones escasas y bebían agua de quebrada. Inicialmente pensaron que se trataba de un robo común y ofrecieron todos sus bienes, pero al oír las demandas específicas por el dinero de la presentación comprendieron la gravedad del secuestro. La familia de Ayala, radicada en Villavicencio, recibió llamadas con amenazas y exigencias, mientras oraban y coordinaban con las autoridades, sumidos en una angustia profunda.
La lealtad de Nicolás Pantoja y el rescate liberador
Durante el cautiverio, Nicolás Pantoja rechazó la oportunidad de ser liberado por los captores, quienes le dijeron que a él no lo querían, argumentando que dejar solo a Ayala equivaldría a firmar su sentencia de muerte. Su decisión de quedarse como sostén emocional fue clave para la supervivencia de ambos, con Ayala reconociendo que las palabras de su mánager lo mantuvieron con vida en los momentos de mayor debilidad. El operativo de rescate culminó con ruidos, disparos y la frase que rompió emocionalmente a los rehenes.
«Somos Gaula Policía Nacional. Bienvenidos a la libertad».
Gaula de la Policía Nacional
«Cuando escuché ‘bienvenidos a la libertad’, ahí me rompí».
Miguel Ayala
El padre de Miguel, Giovanny Ayala, expresó el tormento de esos días en Villavicencio, donde caminaba incansablemente por su casa suplicando a Dios por la devolución de su hijo, dispuesto a venderlo todo.
«Yo caminaba mi casa cien veces. Le decía a Dios: si tengo que vender todo, lo vendo. Pero devuélveme a mi hijo. El que tiene su dolor lo llora… y yo estaba muerto en vida».
Giovanny Ayala
«Pensamos que era un robo. Les dijimos que se llevaran todo. Pero cuando hablaron de la plata de la presentación entendimos que no».
Miguel Ayala
«Ellos me dijeron que me podía ir. Que a mí no me querían. Pero pensé que si lo dejaban solo, lo mataban. En ese instante entendí que mi lugar era quedarme con él, así fuera para lo peor».
Nicolás Pantoja
«Nico fue mi sostén. Cuando me quería rendir, él me hablaba. Él me mantuvo vivo».
Miguel Ayala
Esta revelación inédita en el pódcast destaca la gratitud eterna de la familia hacia el Gaula por su esfuerzo incansable, que permitió el regreso a la libertad de Miguel Ayala y Nicolás Pantoja, cerrando un capítulo de terror en la selva caucana.
