En la noche del 26 de noviembre de 2025, hinchas de Atlético Nacional protagonizaron un grave incidente durante el partido contra Junior de Barranquilla por la tercera fecha de los cuadrangulares de la Liga BetPlay, disputado en el estadio Ditaires de Itagüí, Antioquia. Un ciudadano, al parecer seguidor del equipo visitante, fue agredido físicamente por barristas verdolagas, quienes lo golpearon, empujaron hasta la baranda del segundo piso de la tribuna y lo arrojaron al piso, en medio de una atmósfera cargada de tensiones entre las hinchadas rivales.
El encuentro, que terminó en empate 1-1, estuvo marcado por múltiples desórdenes desde antes de su inicio. El bus del Junior había sido atacado en las inmediaciones del estadio, dejando leves lesiones a un asistente técnico del equipo tiburón. Dentro del campo, la situación escaló con una pelea entre los jugadores Alfredo Morelos y Teófilo Gutiérrez, lo que obligó al árbitro a detener temporalmente el juego, mientras el portero David Ospina intervenía para calmar a la afición local. Agresiones verbales y físicas desde las tribunas hacia el equipo visitante se reportaron durante todo el partido.
Imágenes virales y denuncia en redes
El hecho fue capturado en videos que circularon rápidamente por redes sociales como X, mostrando cómo el hombre era sacado violentamente de la tribuna. Afortunadamente, la víctima no sufrió heridas de consideración, ya que la caída no fue desde una gran altura. Estas imágenes generaron indignación y llamadas a la investigación por parte de usuarios y cuentas especializadas en denuncias.
“Algunos hinchas de Nacional golpean a un ciudadano, al parecer hincha del Junior, en el estadio de Ditaires y fue sacado de la tribuna, afortunadamente la tribuna no era tan alta”
Cuenta Denuncias Antioquia
Hasta el momento, ni Dimayor ni la Alcaldía de Itagüí han emitido declaraciones oficiales sobre el incidente, lo que deja en el aire las posibles sanciones a los responsables y medidas para prevenir futuros episodios de violencia en el fútbol colombiano. Este suceso reaviva el debate sobre la seguridad en los estadios y el control de las barras bravas.
