La Veintitrés Manizales informa que Human Rights Watch acusa a Estados Unidos de cometer ejecuciones extrajudiciales en aguas internacionales y de violar el derecho internacional humanitario, según palabras de Juanita Goebertus, Directora para las Américas de HRW. El hecho, descrito como ataques realizados con barcos, aviones y fuerza letal para destruir embarcaciones sospechosas de narcotráfico, tendría lugar en las aguas internacionales del mar Caribe y del océano Pacífico. HRW sostiene que estas acciones no pueden justificarse como combate a la criminalidad y que, para interdictar la actividad ilícita, se requieren interdicción, detención, investigación, juicio y sanción.
Los antecedentes citados por HRW señalan ataques de Estados Unidos contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico en aguas internacionales y el incontestable debate sobre su legalidad y su encaje en el marco del derecho internacional humanitario. El informe recuerda además cambios en la administración de la era de Donald Trump que afectaron la supervisión de estas operaciones y los procedimientos internos para la autorización de su uso de la fuerza. En este marco, HRW cuestiona por qué estas acciones se mantienen sin una declaratoria de conflicto armado aprobada por el Congreso, algo que, según la directora para las Américas, no se ha surtido. Además, la organización subraya que, en ese periodo, la administración de entonces habría removido de sus funciones a altos oficiales del cuerpo militar, conocidos como judge advocates, encargados de revisar la legalidad de las operaciones.
Contexto y respuestas en el marco del derecho internacional
El contexto necesario para entender el caso incluye antecedentes de ataques de Estados Unidos contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico en aguas internacionales y un amplio debate sobre su legalidad y el marco del derecho internacional humanitario. Según HRW, la cuestión central es si tales acciones pueden encajar como un conflicto armado o si se deben limitar a interdicciones y procesos penales. En este sentido, la noticia adquiere relevancia porque HRW emite un juicio crítico público que contrasta con las justificaciones oficiales del gobierno estadounidense. El impacto potencial es alto: podría aumentar las tensiones diplomáticas, impulsar una revisión de la interpretación del derecho internacional humanitario y plantear dilemas sobre soberanía y la protección de civiles en una región marcada por la violencia ligada al narcotráfico.
«los ataques de Estados Unidos en aguas internacionales son ejecuciones extrajudiciales» – Juanita Goebertus, Directora para las Américas, HRW
«violentan el derecho internacional humanitario» – Juanita Goebertus, Directora para las Américas, HRW
«Independientemente de si estas embarcaciones transportaban o no drogas de uso ilícito, lo que correspondería sería hacer interdicción, detener a estas personas, investigarlas, juzgarlas y sancionarlas. En ningún escenario, en una lógica de crimen organizado, es posible hacer ataques de este tipo» – Juanita Goebertus, Directora para las Américas, HRW
«La aplicación o no del derecho internacional humanitario no depende de una declaración política. Depende de los criterios objetivos. Lo que ha establecido el derecho internacional humanitario, interpretado por el Comité Internacional de la Cruz Roja, es que se requiere un nivel de organización y hostilidad para poder pasar el umbral de disturbios y de criminalidad común a realmente constituir un conflicto armado propiamente; lo primero» – Juanita Goebertus, Directora para las Américas, HRW
«Y lo segundo: tampoco se han surtido los procedimientos internos en Estados Unidos. Típicamente, Estados Unidos tiene un procedimiento de autorización de declaratoria de un conflicto armado por parte del Congreso. Ese procedimiento no se ha surtido» – Juanita Goebertus, Directora para las Américas, HRW
«Dicho sea de paso, esto se da en un contexto en donde la administración Trump ha removido de sus funciones a altos oficiales del cuerpo militar, los llamados judge advocates, que son los encargados de revisar la legalidad de las operaciones» – Juanita Goebertus, Directora para las Américas, HRW
«Como él dijo en esa reunión, había que flexibilizar el uso de la fuerza y las reglas de enfrentamiento» – Juanita Goebertus, Directora para las Américas, HRW
«Además, un fenómeno que no es nuevo: la criminalidad organizada es dura, es responsable de la mayor cantidad de homicidios en América Latina, pero eso no quiere decir que sea un conflicto armado» – Juanita Goebertus, Directora para las Américas, HRW
En el plano de los datos secundarios, la información de la nota alude a narco-submarinos y lanchas rápidas como objetos de las operaciones. El Gobierno estadounidense sostiene que estas acciones buscan neutralizar narcoterroristas y proteger a sus ciudadanos ante lo que describen como un arma mortal de redes criminales. Se mencionan explícitamente grupos y regímenes como el ELN en Colombia y la administración venezolana, en alusión a Nicolás Petro. Petro, citado en la nota, advierte sobre riesgos para la soberanía y para civiles inocentes, como un pescador citado durante operaciones en aguas. La cobertura de Reuters y HRW, y la referencia a Noticias RCN para las declaraciones de Goebertus, aparecen como las fuentes citadas en la nota.
En síntesis, el informe de HRW añade un nuevo capítulo a la discusión sobre la legalidad de las operaciones en aguas internacionales y su marco jurídico, con el efecto de potenciales tensiones diplomáticas y de un posible replanteamiento de la interpretación del derecho internacional humanitario, especialmente en un área geográfica donde la seguridad, la soberanía y la protección de civiles están en juego.
















