Un prototipo colombiano de inteligencia artificial, desarrollado por estudiantes de la Universidad de La Sabana y el Instituto Nacional de Cancerología, verifica la adherencia al protocolo de higiene de manos de la OMS antes de ingresar al quirófano. Este proyecto surgió y se llevó a cabo a lo largo de 2024 en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Sabana, y su objetivo es automatizar una verificación crucial para complementar la capacitación y la supervisión institucional, sin buscarlas reemplazar; este informe para La Veintitrés Manizales lo presenta como una innovación relevante para la seguridad del paciente en Colombia.
El equipo está encabezado por Santiago Toledo, director de la Maestría en Analítica Aplicada de la Universidad de La Sabana, junto a Juan Sebastián Vargas, del Laboratorio de Concreción para la Innovación del Instituto Nacional de Cancerología. Desarrollaron un modelo de visión por computador que utiliza la detección de objetos YOLO para determinar, en tiempo real, si las manos cumplen el protocolo de higiene antes de entrar al quirófano. Una cámara registra los movimientos de las manos, y una pantalla indica de forma inmediata si la ejecución es correcta, mientras un semáforo digital desglosa el cumplimiento por fases. El prototipo funciona en dispositivos móviles y se entrenó con un conjunto de imágenes etiquetadas mayor a 7.700, a través de Roboflow, logrando una precisión superior al 90% en la identificación de movimientos adecuados.
IA para vigilar la higiene de manos en quirófanos
La iniciativa se inscribe en la necesidad de reducir infecciones asociadas a la atención en salud y en la lucha contra desafíos como el efecto Hawthorne y la cobertura limitada por la escasez de personal, que dificultan la supervisión constante del lavado de manos. En 2024, Colombia informó más de 300 infecciones asociadas a la atención en salud que podrían haberse evitado con una mejora en la técnica de higiene de manos, y la OMS señala que alrededor del 80% de las infecciones comunes se transmiten por las manos. El INCA evalúa condiciones para la captura de imágenes, iluminación y el uso de accesorios como anillos, pulseras o uñas esmaltadas, y el siguiente paso es llevar el prototipo a la Unidad de Cuidados Intensivos, adaptar la herramienta al personal asistencial y medir su eficiencia mediante indicadores pre y post implementación.
«El objetivo es automatizar la revisión de la adherencia al protocolo de higiene de manos para complementar la capacitación y la supervisión institucional, no reemplazarlas» – Santiago Toledo, director de la Maestría en Analítica Aplicada, Universidad de La Sabana
La iniciativa se presenta como una solución que, además de facilitar la verificación, puede reducir costos operativos y evitar la necesidad de hardware especializado, manteniendo un enfoque centrado en apoyar al personal sanitario y a la supervisión institucional, sin sustituirlas. Los investigadores destacan la necesidad de validación amplia y de medir su impacto con indicadores pre y post implementación antes de una adopción institucional más amplia.
















