El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) alertó sobre un aumento de hasta el 70 por ciento en las precipitaciones para diciembre de 2025 y enero de 2026 en las regiones Caribe, Andina y Pacífica de Colombia, así como en San Andrés, Orinoquía y Amazonía, incluyendo ciudades como Bogotá y Medellín. Este fenómeno se debe a un enfriamiento anómalo del océano Pacífico tropical, similar a los patrones de La Niña, aunque no se ha alcanzado el período mínimo de cuatro meses para una declaración oficial. La ministra encargada de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Irene Vélez Torres, junto al Ministerio de Ambiente y la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), emitieron reportes y alertas por los riesgos asociados a esta intensificación de lluvias.
El episodio de enfriamiento genera patrones de precipitación atípicos, con incrementos variables en las precipitaciones respecto a los promedios históricos en las zonas mencionadas. A pocas semanas de finalizar 2025, las proyecciones para enero de 2026 muestran heterogeneidad, con amenazas simultáneas de inundaciones y sequías en algunas áreas. Entre los principales peligros destacan deslizamientos de tierra, derrumbes, inundaciones, colapsos de estructuras por precipitaciones intensas y vientos fuertes, además de un déficit hídrico en la Amazonía y Orinoquía que eleva el riesgo de incendios forestales.
Riesgos específicos y pronósticos para diciembre
Para diciembre, se esperan más días de lluvias y temperaturas más frías en Bogotá y Medellín, lo que agrava la vulnerabilidad en zonas urbanas. Las autoridades recomiendan identificar áreas con antecedentes de deslizamientos, derrumbes e inundaciones, mantener vigilancia continua sobre los ríos y actualizar los planes de monitoreo en regiones vulnerables para mitigar impactos.
“La atmósfera muestra comportamientos típicos de este fenómeno”
Irene Vélez Torres, ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible (e)
Este anuncio subraya la necesidad de preparación ante un cierre de año marcado por condiciones climáticas extremas, donde la combinación de lluvias intensas y posibles sequías locales exige una respuesta coordinada para proteger vidas y minimizar daños en todo el territorio nacional.
